La voladura de la tubería de amoniaco ruso «Toliati-Odesa» en la región ucraniana de Járkov, que Rusia atribuye a saboteadores ucranianos, afectará negativamente la posibilidad de una futura prórroga del Acuerdo de grano del mar Negro, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. «Solo podrá incidir de un modo negativo», afirmó en su rueda de prensa telefónica diaria. Peskov señaló que el Kremlin desconoce la magnitud de los daños infligidos a la tubería y qué planes tienen las autoridades ucranianas al respecto.
«Pero ustedes saben que este tema figuraba como parte integral de la parte del acuerdo (del grano) que nos implicaba. Por ello, digamos, se trata de otro momento que complica extremadamente la situación respecto a su prórroga», explicó.
El Ministerio de Defensa de Rusia denunció este miércoles la voladura de la tubería de amoniaco ruso que debe ser suministrado al puerto de Odesa y de cuyo funcionamiento depende el cumplimiento de la parte rusa del Acuerdo de grano, en el que Rusia exige desbloquear la exportación de alimentos y fertilizantes rusos.
La portavoz de Exteriores rusa, Maria Zajárova, alertó por su parte que este ataque ucraniano «no solo eliminó la posibilidad física de transportar amoniaco, sino que dañó los esfuerzos conjuntos en la lucha contra la amenaza del hambre y la ayuda a los países necesitados». También echó por tierra, añadió la representante de la diplomacia rusa, «los esfuerzos personales del secretario general de la ONU (António) Guterres, quien presentó una iniciativa concreta con esta tubería» y defendió el Acuerdo del grano, «cuyo significado humanitario pierde valor a ojos vistas».