Los transexuales rusos están en peligro. El Kremlin ha presentado una ley que prohibirá el cambio de sexo tanto en el quirófano como en los documentos de identidad. Para muchos trans, entre los que los índices de suicidio ya son muy altos, la única salida es el exilio.
«Como primera política transexual de Rusia puedo decir que esta ley no sólo es discriminadora, sino que prohíbe la propia existencia de la gente trans en Rusia. Es un genocidio contra los transexuales», comentó a EFE Yulia Alióshina, candidata a gobernador por la región siberiana de Altái. Los trans son muy pesimistas, ya que el proyecto de ley, que fue presentado por 400 de los 450 diputados de la Duma o cámara de diputados, ya fue aprobado el miércoles en primera lectura.
El proyecto de ley consiste en dos enmiendas. La primera prohíbe al personal sanitario practicar operaciones quirúrgicas destinadas al cambio de sexo, algo que ahora es posible sólo en tres ciudades: Moscú, San Petersburgo y Novosibirsk. La excepción serán aquellos bebés que nazcan con anomalías sexuales, «práctica que se contradice con las normas internacionales, ya que la ONU considera que las operaciones en los genitales de los niños son equivalentes a una tortura», según Alióshina.
«Si una persona nace así, es decir, es hermafrodita, lo correcto es esperar a que crezca para que asuma si es hombre, mujer o no binaria», apunta. La segunda enmienda también impide el cambio de género en los documentos de identidad, algo que ahora se puede hacer fácilmente sólo con presentar un certificado médico en el Registro Civil. «Esto no sólo priva el derecho a la vida y a la libertad de los trans, sino también su derecho a la felicidad», señala.
La política siberiana recuerda que en los años 60, «en plena Guerra Fría», ya se realizaban operaciones de cambio de sexo en la URSS, al igual que terapia hormonal. «Las autoridades dicen que los trans somos abanderados de la nueva ideología sexual de Estados Unidos, pero eso no es verdad. Al prohibir el cambio de sexo, los rusos estarán aún peor que durante la Unión Soviética. Es absurdo», explica.
Con respecto a la modificación de los pasaportes, destaca que en 1926 ya se podía cambiar el sexo en este país. «Los trans serán condenados a la clandestinidad, ya que no les reconocerá ni el Estado ni la medicina», apunta. «Se trata de la ideologización de la medicina, que se subordina a la política. Yo nací en 1990, un año antes de la caída de la URSS. Todos los rusos de mi generación estamos en estado de shock», asegura.
La situación es especialmente dramática para los menores de 18 años, ya que no pueden cambiar de sexo hasta alcanzar la mayoría de edad, incluso con el consentimiento de sus padres. Es el caso de Reguina -nacido Piotr-, que cumplirá 18 años en octubre próximo. «Muchos adolescentes trans como mi hija albergaban grandes esperanzas de poder recibir tratamiento al alcanzar la mayoría de edad, pero esta ley puede echar al traste con sus planes», comentó a EFE su madre, Liubov Liss. Psicóloga de profesión, esta moscovita asegura que son miles los adolescentes que se encuentran en esa situación en toda Rusia.
«La ley no sólo prohíbe las operaciones, sino también las terapias hormonales y los propios diagnósticos. A partir de ahora, muchos especialistas y psicólogos podrían ser castigados por hacer propaganda homosexual», resalta.
Emigración o suicidio
Algunos ya han tirado la toalla y otros tienen las maletas preparadas. Maxim, un transexual que trabaja con el Centro T, la principal organización de ayuda a los trans en Rusia, cree que la emigración es la mejor opción contra la depresión. «Tengo planes de emigrar a España. Rusia se está degradando a marchas forzadas. Es muy doloroso. Los que pensaban operarse, tendrán que hacer lo mismo», dijo.
Aquellos que no disponen de suficiente dinero siempre pueden solicitar asilo en Europa por discriminación sexual. «Vivir en Rusia sin ayuda médica es imposible. Homofobia y transfobia siempre ha habido, pero no esperábamos esa agresividad. Se ve que quieren canalizar la agresividad de los rusos contra las minorías sexuales», comentó Liubov.
Las parejas con un miembro trans también temen que sus matrimonios sean declarados inválidos y a los progenitores se les prive de la patria potestad. «Ya hubo casos en los que les arrebataron a los niños, ya que los matrimonios homosexuales son ilegales», señala Alióshina. Tanto Maxim como Liubov advierten que, si la situación ya es insostenible debido a la presión social, la aprobación de la ley podría empujar a muchos trans al suicidio. «El porcentaje de suicidios entre los adolescentes trans asciende al 40 %», alerta. E