El humo de los más de cien incendios que arrasan los bosques canadienses ha pasado por la península ibérica y ha llegado a Italia, pero no se espera que tenga un impacto significativo sobre la calidad del aire en superficie en Europa, según el Servicio de Vigilancia Atmosférica (CAMS) de Copernicus. El humo procedente de los fuegos forestales de Canadá llegó el lunes al noroeste de España y Portugal, y también ha llegado al archipiélago balear y canario.
En concreto, el humo habría llegado desde Canadá, a 6.000 kilómetros de distancia, hasta Menorca, según ha apuntado el meteorólogo Miquel Salamanca en la misma red social: «El color 'lechoso' del cielo hoy no es calima ni polvo africano. A parte de nubes finas también hay un telón muy evidente. Es el humo de los incendios de Canadá, que llega con una concentración extraordinaria».
«Lo que sucede en determinadas zonas del planeta puede acabar notándose en lugares muy distantes», destacó el lunes la Aemet en otro tuit en el que compartía una imagen de satélite donde se señala que «el humo de los incendios de Canadá alcanza la península ibérica», mientras «más al sur, se aprecia el polvo en suspensión procedente del Sáhara».
La peor temporada de incendios forestales en Canadá
El país norteamericano registra su peor temporada de incendios forestales de la historia, con unos 76 000 kilómetros cuadrados quemados en el este y el oeste; una superficie calcinada mayor que la combinada de 2016, 2019, 2020 y 2022, según el Centro Interinstitucional Canadiense contra Incendios Forestales.
Las autoridades canadienses han apuntado directamente a la crisis climática como responsable del elevado número de incendios, así como de sus dimensiones. El incendio Donnie Creek, el más grande de la historia de Columbia Británica en Canadá, ha destruido cerca de 575 000 hectáreas de bosque, una dimensión que ha llevado a los responsables de los servicios de extinción de la provincia a desistir de seguir combatiendo el fuego y confían en que se extinguirá en el invierno con la llegada de lluvia y nieve.