El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha pedido este viernes una ampliación del Consejo de Seguridad de la ONU para dar más representación en el máximo órgano internacional encargado de la paz y la seguridad mundiales a los países asiáticos, africanos y latinoamericanos con el fin de romper lo que llamó la dominación occidental del mundo.
«La mayor parte del mundo no quiere vivir de acuerdo con las reglas occidentales», dijo Lavrov en una rueda de prensa. También reiteró la acusación de Moscú de que Occidente, especialmente Estados Unidos, trata de evitar que Rusia y China actúen de manera independiente en un mundo multipolar.
Lavrov ha afirmado este viernes que cree que las potencias occidentales pretenden de algún modo congelar el conflicto en Ucrania para ganar tiempo, y enviar más armas al país al que han apoyado desde el inicio de la invasión decretada por el Kremlin el febrero de 2022. El representante de la diplomacia rusa ha acusado además a los países occidentales de adoptar un enfoque «esquizofrénico» del conflicto, y ha afirmado que Occidente primero quiere ver a Rusia perder en el campo de batalla y que sus líderes sean juzgados, y solo entonces presionarán para alcanzar la paz en Ucrania.
Sobre los últimos acontecimientos internos en Rusia, con el motín frustrado en el último minuto del jefe de los mercenarios de Wagner, el canciller ruso ha manifestado que su país no tiene obligación de dar cuenta de forma pública sobre aquello que atañe puramente a la política nacional. Asimismo, sobre la exportación de grano, Lavrov ha subrayado que el acuerdo internacional que contempla el transporte de la mercancía desde los puertos ucranianos no se está respetando, y ha afirmado que «el grano no se exporta a los países más pobres», añadiendo que «la actitud de Occidente es indignante».