La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Japón anunciaron este miércoles la firma de un programa de Asociación Personalizado (ITPP, de sus siglas en inglés) centrado en seguridad espacial y contrarrestar la desinformación. «Además de áreas tradicionales, cooperaremos en nuevas áreas de seguridad como el espacio, el ciberespacio, las tecnologías destructivas emergentes y comunicaciones estratégicas, incluidas contramedidas a la manipulación de información», dijo el primer ministro japonés, Fumio Kishida, desde Vilna tras reunirse con el dirigente de la OTAN.
El acuerdo tiene vigencia para los próximas cuatro años, hasta 2026, y reemplaza al Programa de Asociación y Cooperación Individual (IPCP) que mantenían hasta ahora, ampliando no sólo las áreas de cooperación, sino promoviendo en la práctica la participación de Japón en ejercicios de organizaciones afiliadas a la OTAN. «Japón y la OTAN, que comparten valores fundamentales e intereses estratégicos, deben profundizar sus lazos», añadió Kishida, que dijo que «la seguridad de Europa y la del Indopacífico son inseparables» y destacó la importancia de profundizar los lazos de ambos ante el aumento del «interés y compromiso» de la organización con la región.
«Valoramos enormemente la asociación con Japón. Ningún otro socio es más cercano a la OTAN que Japón», dijo por su parte el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, tras el encuentro. Stoltenberg le transmitió a Kishida su «aprecio» por la asistencia del mandatario japonés a la cumbre de la OTAN que se está desarrollando en la capital lituana, su segunda participación de este tipo tras la cumbre en Madrid de junio del año pasado. El máximo representante de la OTAN declaró que «la seguridad no es regional, sino global» y que muestra de ello son las «ramificaciones» de la guerra ruso-ucraniana en desarrollo. Stoltenberg agradeció la ayuda financiera facilitada a Kiev por parte del Ejecutivo de Kishida, así como su visita a Ucrania hace unos meses.
El secretario general de la OTAN aseguró que en la organización también están «preocupados por el fuerte crecimiento militar de China, la modernización y expansión de su fuerza nuclear», y aseguró que también siguen el desarrollo de los programas de misiles y atómico de Corea del Norte, incluido su test balístico de hoy. Ni Kishida ni Stoltenberg hicieron alusión a la posible apertura de una oficina de enlace de la OTAN en Tokio, una medida que supuestamente iba a estar en la agenda de las discusiones bilaterales y dirigida a estrechar aún más la colaboración entre la alianza atlántica, Japón y otros socios en Asia-Pacífico, según los medios locales.
La apertura de esta oficina, que sería la primera de este tipo en Asia, no figura en la declaración conjunta adoptada en la víspera por los líderes de los países de la OTAN al inicio de la cumbre de Vilna, después de que algunos estados miembros, sobre todo Francia, expresara sus reticencias a esa medida por el riesgo de elevar las tensiones con China.