Las autoridades de Rusia han confirmado este lunes la muerte de un piloto de combate después de que su aeronave, un Su-25 de las Fuerzas Armadas rusas, haya caído en aguas del mar de Azov cerca de las costas de Yeisk. Así lo ha confirmado en Telegram el alcalde de la localidad, Roman Bublik, quien ha trasladado sus condolencias, y las de toda la población de Yeisk, a los familiares de la víctima. Además ha instado a atender solo a fuentes oficiales para evitar desinformación.
Anteriormente, el servicio de prensa del Distrito Militar Sur había informado de la colisión del caza contra aguas del mar de Azov, si bien había aclarado que el piloto había sobrevivido tras eyectarse a tiempo, aunque estaba recibiendo maniobras de reanimación. Las autoridades competentes apuntan a un fallo en el motor de la aeronave como principal motivo del accidente, ocurrido durante unas maniobras de entrenamiento, según informaciones recogidas por la agencia rusa de noticias TASS.