El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha advertido de que no distinguirá entre los rehenes con nacionalidad extranjera y los que únicamente tienen ciudadanía israelí, dando a entender que no establecerá distinciones de cara a posibles liberaciones tras las reuniones mantenidas en las últimas horas en Moscú con miembros del Gobierno ruso. «Para nosotros, todos los rehenes son israelíes», ha afirmado un portavoz de la oficina política de Hamás, Musa Abu Marzuk, en una entrevista con la agencia rusa Sputnik en la que ha señalado que «la mayoría» de las personas raptadas en los ataques del 7 de octubre tienen «alguna otra nacionalidad» al margen de la de Israel.
Abu Marzuk ha reconocido que muchos de los países que tienen a ciudadanos secuestrados han presentado algún tipo de petición, incluidos los «amigos rusos». Moscú ha reclamado la liberación de los rehenes y el portavoz de Hamás ha prometido que el grupo tratará la solicitud rusa «de una manera más positiva y con mayor atención que otras», habida cuenta de «la naturaleza de las relaciones» bilaterales. Por ahora, los milicianos palestinos sólo han liberado a cuatro rehenes, mientras que el Ejército israelí ha elevado este viernes a 229 la cifra oficial de personas retenidas en la Franja de Gaza. Entre estos rehenes está el español Iván Illarramendi, raptado en un kibutz cercano a la frontera gazatí.
Por su parte, Estados Unidos volvió a castigar este viernes al grupo islamista palestino Hamás con nuevas sanciones contra miembros clave y redes financieras de la organización, incluida una empresa en España, además de a responsables iraníes que han entrenado a sus milicianos. Las sanciones de este viernes impuestas por el Departamento del Tesoro se suman a las que la Administración de Joe Biden anunció el 18 de octubre contra el grupo islamista tras el ataque a Israel que ha derivado en una nueva guerra en Gaza.
La ronda de sanciones incluye compañías propiedad de Abdelbasit Hamza Elhassan Mohamed Khair, un financiero de Hamás basado en Sudán que posee, entre otras, la empresa Zawaya Group for Development Investment, con sede en España. Otro de los sancionados es Khaled Qaddoumi, de nacionalidad jordana y que reside en Teherán como representante de Hamás en Irán. El Departamento del Tesoro identifica a Qaddoumi como el enlace de Hamás con el régimen iraní. Además, Washington sancionó a los iraníes Ali Morshed Shirazi, Mostafa Mohammad Khani, ambos miembros de la Guardia Revolucionaria iraní acusados de entrenar a Hamás y la Yihad Islámica, y Ali Ahmad Faizullahi, comandante de la Brigada Saberin de Irán que entrena a militantes de Hamás y Hezbolá en Siria.