El primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, ha cesado a la ministra del Interior, Suella Braverman, envuelta en varias polémicas y cuya continuidad en el gabinete quedó ya definitivamente en entredicho por un artículo publicado la semana pasada, dentro de una crisis de Gobierno que ha supuesto además la inesperada vuelta de David Cameron, nuevo responsable de Exteriores. Sunak ha formalizado la decisión este lunes, dentro de una batería de cambios que previsiblemente salpicará a otras carteras del Gobierno.
«Ejercer de ministra del Interior ha sido el mayor privilegio de mi vida», ha dicho Braverman en sus primeras palabras, según la BBC, después del desfile habitual en Downing Street en este tipo de crisis. Con ésta, ya son dos las salidas de Braverman en Interior, puesto que dimitió en septiembre de 2022 del gabinete de Liz Truss después de reconocer que había incumplido protocolos de seguridad en unas comunicaciones. Sin embargo, apenas unos días después Sunak la recuperó no sin polémica para esa misma cartera, encomendándole una de las políticas, la migratoria, que más fervientemente ha abogado por reformar el actual 'premier'. Braverman se ha convertido en uno de los rostros más reconocibles del Gobierno y también de los más polémicos.
Ha utilizado términos como «invasión» o «huracán» al hablar de la llegada de migrantes y refugiados, con llamamientos constantes a frenar el flujo de embarcaciones en el canal de la Mancha y a agilizar las deportaciones. En los últimos días también han sido polémicas sus palabras sobre las personas que, según ella, eligen vivir en la calle «como estilo de vida», pero especialmente un artículo publicado en 'The Times' y en el que recriminaba la decisión de la Policía de no prohibir la marcha pro Palestina del sábado en Londres, señalando que los agentes se muestran «más indulgentes» con estos manifestantes que «con otros grupos». En un ataque poco habitual contra los agentes por parte de un alto cargo del Interior, afirmó además que la Policía Metropolitana ha hecho «caso omiso a las infracciones cometidas por turbas a favor de Palestina» en el marco de las protestas que se han sucedido durante las últimas semanas contra los bombardeos de Israel sobre la Franja de Gaza.
El despido de Braverman ya se daba prácticamente por hecho el viernes, aunque dado el especial simbolismo de estos últimos días, en los que Reino Unido ha celebrado el Día del Armisticio, los medios británicos asumían que cualquier cambio tendría que esperar hasta principios de esta semana, como finalmente ha ocurrido.
Crisis de Gobierno
El ministro de Exteriores, James Cleverly, se ocupará a partir de ahora de los temas de Interior, mientras que al frente de la diplomacia británica se pondrá el ex primer ministro David Cameron, que vuelve a la primera línea política tras una etapa discreta. Cameron ejerció de primer ministro entre 2010 y 2016, pero terminó dimitiendo tras el fracaso del referéndum del Brexit, en el que una mayoría de ciudadanos británicos votó a favor de la ruptura con la Unión Europea en contra del criterio oficial del Gobierno. En su caso, se da la circunstancia de que no es diputado, un requisito imprescindible para tomar posesión como nuevo ministro de Exteriores, pero existe una vía alternativa que pasa por incorporarse por la vía de urgencia a la Cámara de los Lores, según la BBC.
Su vuelta no es un caso único, puesto que el también conservador Alec Douglas-Home, primer ministro entre 1963 y 1964, volvió al Gobierno como responsable de Sanidad en la década siguiente. Sin embargo, Douglas-Home sí era diputado cuando regresó al Ejecutivo. También han presentado su dimisión este lunes un viceministro de Sanidad, Neil O'Brien, y el secretario de Estado de Escuelas, Nick Gibb, que ha informado en un comunicado que se trata de una decisión de mutuo acuerdo con Sunak y que sienta las bases para que pueda ostentar «un papel diplomático» tras las próximas elecciones generales, para las que aún no hay fecha. El líder de los liberaldemócratas, Ed Davey, ha reclamado precisamente la convocatoria de estos comicios para «salir de la miseria», después de recriminar a Sunak su «cobardía» por haber mantenido durante tanto tiempo en Interior a una persona que «nunca fue apta» para el cargo.