El Gobierno de Irán acusó este miércoles a Israel de los ataques de la semana pasada contra dos de los principales gasoductos que atraviesan el país, en medio de las fuertes tensiones en Oriente Medio a causa de la guerra en Gaza. «Esta conspiración es el trabajo del régimen sionista (en alusión a Israel), pero no tuvieron éxito y solo dañaron algunas tuberías», dijo el ministro de Petróleo, Javad Owji, en declaraciones a periodistas recogidas por la agencia Tasnim.
Owji afirmó que el objetivo del «enemigo» era dañar la distribución de gas a la población, un plan que en su opinión fue detenido. «Gracias a dios estábamos totalmente preparados y esta acción maligna no ocurrió en las ciudades», añadió el ministro.
Owji ya atribuyó a «sabotaje y terrorismo» pero sin acusar a ningun país las explosiones ocurridas el pasado 14 de febrero en dos gasoductos el condado de Borujen (centro) en la provincia de Chaharmahal y Bakhtiari, por una parte, y Khorrambid (sur) en la provincia de Fars, por otro lado.
Como consecuencia de esos ataques, las industrias y compañías de la provincia de Lorestán (oeste) cerraron durante varias horas, informó entonces agencia estatal IRNA.
Las explosiones en los dos gasoductos se produjeron en un momento de fuertes tensiones en Oriente Medio a causa de la guerra en Gaza.
Irán lidera el llamado Eje de la Resistencia, una alianza informal formada por organizaciones militantes como Hizbulá, los rebeldes hutíes, el movimiento islamista Hamás, la Yihad Islámica y las milicias en Irak y Siria, entre otros grupos.
Esa alianza tiene un fuerte carácter contra Estados Unidos e Israel, país al que Irán ha acusado de llevar a cabo sabotajes y asesinatos en su territorio.
El pasado diciembre Irán acusó a Estados Unidos e Israel de estar detrás de un ciberataque que paralizó el setenta por ciento de las gasolineras del país «para hacer sufrir» al pueblo iraní.