El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha hecho un llamamiento este martes a las partes a «ejercer la máxima moderación» a fin de evitar una escalada mayor en Oriente Próximo tras el bombardeo de Israel contra el Consulado iraní en Damasco.
Guterres ha indicado que «cualquier error de cálculo podría llevar a un conflicto más amplio» en una región ya de por sí «volátil» con «consecuencias devastadoras para los civiles», que ya han experimentado un «sufrimiento sin predecentes» en Siria, Líbano o los territorios palestinos ocupados.
Asimismo, ha reiterado «sus llamamientos a todas las partes para que eviten ataques que puedan dañar» tanto a los civiles como a la infraestructura civil, según ha informado en un comunicado el portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric.
Guterres también ha recordado que el principio de inviolabilidad del personal diplomático y consular «debe respetarse en todos los casos de conformidad con el Derecho Internacional», mientras que ha insistido a las partes a que deben cumplir con sus obligaciones en virtud del Derecho Humanitario.
Al menos 14 personas han fallecido por un ataque el lunes atribuido a Israel sobre el Consulado iraní en Damasco, la capital de Siria. Entre los fallecidos hay siete miembros de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán y varios sirios miembros de una milicia afín a Hezbolá.
Entre los fallecidos se encuentran los generales Muhamad Reza Zahedi y Muhamad Hadi Haj Rahimi, «dos comandante veteranos de guerra y altos asesores militares en Siria», así como otros cinco oficiales iraníes. El edificio destruido era utilizado como residencia oficial del embajador iraní, Hosein Akbari. Tanto él como su familia están ilesos.