Al menos 14 personas murieron y otras 61 resultaron heridas en Cherníguiv en un ataque ruso a plena luz del día con tres misiles Iskander contra esta ciudad del norte de Ucrania, según el último balance ofrecido por las autoridades locales. El impacto de los misiles ha provocado daños en al menos 16 viviendas, según el jefe de la Administración Militar de la ciudad, Oleksandr Lomako. Los trabajos de búsqueda y rescate continúan, por lo que el número de víctimas podría ser mayor del que se conoce hasta ahora.
Cherníguiv está situada cerca de la frontera con Bielorrusia y tenía antes de la guerra cerca de 300.000 habitantes. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha condenado este miércoles el ataque ruso contra la ciudad norteña a través de un mensaje emitido por el propio mandatario en sus redes sociales.
«Continúan las operaciones de rescate después del ataque ruso con misiles. Hay gente bajo los escombros. En este momento tenemos constancia de 20 heridos y 10 muertos», escribió Zelenski en las redes sociales, y ofreció sus condolencias a los familiares de las víctimas. Explicó que el balance de fallecidos podría incrementarse. El presidente ucraniano volvió a pedir a sus aliados que envíen más defensas antiaéreas a Ucrania para evitar este tipo de tragedias provocadas por los ataques aéreos rusos.
«Esto no sucedería si Ucrania recibiera suficientes medios de defensa antiaérea, y tampoco si el mundo tuviera la suficiente determinación para hacer frente al terror ruso», declaró Zelenski, que remarcó que los ucranianos serían capaces de «parar el terror» de Rusia y «proteger» a sus ciudadanos si existiera «un compromiso suficiente» por parte de sus socios. Las autoridades locales de Cherníguiv habían informado previamente de un ataque con tres misiles contra esta ciudad cercana a la frontera con Bielorrusia que antes de la invasión a gran escala rusa tenía casi 300.000 habitantes.