Las protestas contra Israel han llenado en las últimas horas las calles de Brooklyn (Nueva York) y se intensifican en universidades de todos los Estados Unidos, algunas de las cuales celebraban séderes de Pascua judíos, mientras los manifestantes exigían el fin de las víctimas civiles en la Franja de Gaza. Las crecientes protestas siguen a arrestos masivos de manifestantes en algunas universidades de la costa este en los últimos días, y dan una muestra de la insatisfacción cada vez más profunda en algunos sectores sociales en Estados Unidos, históricamente uno de los aliados en el exterior de mayor peso para Tel Aviv.
Las protestas propalestinas en el momento actual del transcurso de la guerra de Israel contra Hamás se han traducido en múltiples campamentos e instalación de tiendas en zonas de los campus universitarios de buena parte del país. Estas zonas han llamado la atención de estudiantes y profesores de diversos orígenes, según informan los medios internacionales, incluidos algunos de confesión judía y musulmana, que organizan enseñanzas, oraciones interreligiosas y actuaciones musicales.
Una gran protesta callejera en el barrio neoyorquino de Brooklyn llegó a un punto muerto en las últimas horas del martes, y la policía de Nueva York acabó por detener a numerosas personas por desórdenes, inmovilizando con bridas a aquellos que, mediante resistencia pacífica, se negaban a desalojar la zona. En este sentido el Consejo de Relaciones Islámicas-Estadounidenses ha criticado el uso de la fuerza policial para reprimir la movilización, diciendo que socavaba la libertad académica. Del mismo modo, organizaciones civiles han expresado prevenciones por la posible coacción de derechos democráticos.
La reacción opuesta no ha tardado en desatarse entre algunas voces críticas con las protestas, incluidos destacados miembros republicanos del Congreso de Estados Unidos, que han intensificado las acusaciones de antisemitismo y acoso por parte de al menos algunos de los manifestantes. Ha habido acalorados intercambios de palabras e insultos entre manifestantes propalestinos y proisraelíes, particularmente en las calles públicas alrededor de Columbia, lo que llevó a los republicanos del Congreso el martes a exigir que el presidente Joe Biden haga más para proteger a los estudiantes judíos.
Varios manifestantes universitarios atribuyeron los incidentes fuera del campus a provocadores que están tratando de manipular el mensaje de las protestas. «No quedan universidades en Gaza. Por eso decidimos reclamar nuestra universidad para el pueblo de Palestina», dijo a Reuters Soph Askanase, un estudiante judío de Columbia que fue arrestado y suspendido por protestar. «El antisemitismo, la islamofobia y el racismo, en particular el racismo contra árabes y palestinos, están cortados por el mismo patrón».
Otros estudiantes culparon a las universidades por no proteger su derecho a protestar o defender los derechos humanos. «Como estudiante palestino, yo tampoco me sentí seguro durante los últimos seis meses, y eso fue un resultado directo de las declaraciones unilaterales y la inacción de Columbia», dijo Mahmoud Khalil. Los estudiantes de la Universidad de Berkeley (California), una entidad muy conocida por su activismo estudiantil durante la década de 1960, instalaron tiendas de campaña en solidaridad con los manifestantes de otros centros.
Milton Zerman, de 25 años, estudiante de segundo año en la facultad de derecho de Berkeley y originario de Los Ángeles, afirmó que los estudiantes judíos e israelíes han sufrido un odioso acoso. «Cuando eres un estudiante israelí en este campus, sientes que tienes un objetivo en la espalda, te sientes inseguro y no es de extrañar que los estudiantes de Israel duden tanto en venir aquí». La policía de Nueva York arrestó a más de 120 manifestantes en la Universidad de Nueva York el pasado lunes y a más de cien en la Universidad de Columbia la semana pasada. Columbia canceló las clases presenciales en su campus del Alto Manhattan en un intento por calmar las tensiones. Al día siguiente anunciaron que lo que queda de curso se seguirá en línea o bien en forma presencial.
El presidente de la universidad sostiene que es necesario «avanzar con un plan para desmantelar» el campamento pro palestino, y dio a los organizadores un ultimátum para hacerlo. Asimismo la Cal Poly Humboldt de California, una universidad pública en Arcata, fue cerrada después de que manifestantes propalestinos ocuparan un edificio del campus. En el campus de la Universidad de Minnesota en St. Paul, la policía desalojó un campamento después de que la escuela les pidió que tomaran medidas, en virtud de supuestas violaciones de la política universitaria.