La ofensiva transfronteriza rusa en el norte de la región ucraniana de Járkov tiene como objetivo obligar a las tropas ucranianas a dispersarse y descuidar otros frentes, según afirmó en su discurso a la nación de anoche el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, que reconoció «intensos combates» en el lado ucraniano de la frontera. «La idea detrás de estos ataques en la región de Járkov es dispersar y laminar a nuestras fuerzas y socavar la moral» de los ucranianos, dijo Zelenski, que alertó de que la situación en la región oriental de Donetsk, donde Rusia concentraba sus mayores esfuerzos hasta el pasado viernes, no es menos intensa que en Járkov.
El jefe del Estado ucraniano informó de «intensas batallas defensivas en gran parte» de la zona de frontera de Ucrania con Rusia en la región nororiental de Járkov. «Hay pueblos que han pasado de ser zonas grises a zonas de combate, y el ocupante intenta establecer posiciones en algunos de ellos o simplemente usarlos para avanzar más», agregó Zelenski. Medios ucranianos y fuentes no oficiales como el grupo ucraniano de análisis de la guerra DeepState han informado de la toma por parte de Rusia de varias localidades en dos zonas separadas por decenas de kilómetros en la parte de la región de Járkov que está pegada a Rusia.
El Estado Mayor ucraniano ha reconocido progresos tácticos rusos junto a la frontera. Sólo para su asalto sobre Vovchansk, Rusia habría empleado «hasta cinco batallones», según el Estado Mayor de Ucrania, que destaca el alto número de bajas que está sufriendo el Ejército ruso en estas acciones. El líder ucraniano señaló que la situación es extremadamente difícil en las afueras de Vovchansk, el municipio ucraniano de la zona fronteriza de Járkov hacia el que Rusia lanza sus principales ataques desde el viernes. «La ciudad está bajo constante fuego ruso, y nuestro ejército lleva a cabo contraataques mientras ayuda a los residentes», dijo también. «Nuestra tarea es obvia: infligir al enemigo tantas bajas como sea posible», afirmó Zelenski.