Al menos tres personas han muerto y 56 han resultado heridas este sábado por un bombardeo ruso sobre la ciudad de Járkov, la capital de la región homónima y bajo disputa en el este de Ucrania, según han denunciado las autoridades ucranianas. Los fallecidos son una mujer que esperaba en una parada de un tranvía, un hombre que estaba en el centro del lugar del impacto y un guardia de seguridad que estaba cerca. Entre los heridos hay dos menores de 12 y 13 años de edad.
«La ciudad ha sido alcanzada cuatro veces», ha denunciado el alcalde de la ciudad, Igor Terejov. «Uno de los ataques ha afectado a una densa zona residencial», ha añadido en su cuenta de Telegram. Terejov había confirmado minutos antes un impacto en un edificio residencial de la ciudad, en el que resultaron heridas al menos 15 personas. El jefe del departamento de investigación del Servicio de Seguridad del Estado en Járkov, Serhii Bolvinov, ha indicado que «es difícil decir cuánta gente puede haber bajo los escombros».
«La operación de rescate está en marcha. Estamos estudiando cuidadosamente los restos del edificio para retirar las partes destruidas por la bomba guiada. Los rusos han usado bombas aéreas guiadas KMPB D-30», ha apuntado. El presidente del país, Volodimir Zelenski, ha denunciado la destrucción de este edificio por una «bomba aérea guiada» del Ejército ruso. «Este terror ruso con bombas aéreas guiadas debe y puede detenerse. Se necesitan decisiones audaces por parte de nuestros socios para que podamos destruir a los terroristas rusos y a los aviones de combate rusos dondequiera que estén», ha aseverado.
«Ya hemos demostrado que es posible proteger la vida de las personas del terrorismo con misiles, en particular limpiando las zonas fronterizas de lanzaderas terroristas. También se requiere protección contra las bombas. Necesitamos esta determinación», ha concluido en un mensaje publicado en su cuenta de la red social X. Más tarde, en su habitual discurso vespertino, Zelenski ha denunciado el «terror calculado» ruso en referencia al ataque de Járkov. «Una de las bombas ha destruido un edificio de viviendas en el centro de la ciudad, cerca de la estación de autobuses», ha apuntado.
Zelenski ha resaltado que la operación de rescate es «complicada» por el hundimiento del edificio, pero los rescatistas «están haciendo todo lo posible para ayudar». El mandatario ucraniano ha pedido en respuesta a este tipo de ataques que los aliados de Kiev proporcionen la capacidad necesaria para «responder plenamente a este terror ruso» y se ha referido a los sistemas de misiles Patriot, al entrenamiento de pilotos para cazas F-16 y a la obtención de armamento de mayor alcance.
Zelenski ha destacado en concreto la ayuda de Estados Unidos «por la fuerte decisión que nos ha ayudado a estabilizar la situación en la región fronteriza de Járkov». «Hemos logrado la capacidad de destruir los lanzamisiles rusos cerca de la frontera y las concentraciones de ocupantes rusos», ha explicado. «Solo desde que empezó junio los rusos han usado más de 2.400 bombas guiadas contra Ucrania, de las cuales unas 700 han ido contra la región de Járkov», pero también contra Donetsk y otros puntos del frente.