El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el expresidente Donald Trump han mantenido este jueves por la noche un debate televisado en la cadena CNN en la que han defendido sus respectivas gestiones al mismo tiempo que han intercambiado insultos o comentarios despectivos. Trump ha acusado a Biden de «destruir» el país en los cuatro años de su mandato, y ha asegurado que su «pobre trabajo» en la Casa Blanca ha convertido a la nación en parte «del tercer mundo», mientras que el mandatario ha destacado que su Administración está «recomponiendo» al país de la herencia del magnate, que legó una economía «en caída libre» por culpa de una «malísima» gestión de la pandemia de Covid-19, si bien Trump ha continuado destacando su gestión durante aquel periodo.
«Tenemos que echar un vistazo a lo que me dejaron cuando me convertí en presidente, lo que me dejó el señor Trump. Teníamos una economía en caída libre. La pandemia se gestionó muy mal. Lo que teníamos que intentar era recomponer las cosas, y eso es exactamente lo que empezamos a hacer», ha aseverado Biden. Sin embargo, Trump ha insistido en que Estados Unidos tenía «la mayor economía en la historia del país» y que en la actualidad «la inflación está matando» a los ciudadanos estadounidenses mientras que él dejó una inflación «casi inexistente».
Además, Trump ha aprovechado un balbuceo de Biden para burlarse de él: «No se qué ha dicho y creo que él tampoco lo sabe»; el actual presidente, por su parte, ha tachado a su oponente de «imbécil» y de «perdedor» en referencia a unas declaraciones de Trump en las que se refería de esa forma a veteranos de guerra fallecidos, si bien el magnate ha negado que lo dijera.
Trump ha acusado a Biden de llevar al país hacia una tercera guerra mundial tras causar que el mundo «no respete» a Estados Unidos después de la retirada de Afganistán, a la que considera como el momento «más vergonzoso en la historia» estadounidense. «En todo el mundo ya no nos respetan como país. No respetan nuestro liderazgo, ya no respetan a Estados Unidos», ha aseverado el exmandatario.
Sin embargo, Biden ha afirmado que es Trump quien permitirá el inicio de un conflicto mundial, y ha citado unas declaraciones en las que el magnate amenazaba a los aliados de la OTAN con «dejar a Rusia hacer lo que quiera» si no aumentaban sus presupuestos militares. El expresidente también ha asegurado que ni el líder norcoreano, Kim Jong Un, ni el presidente chino, Xi Jinping, ni el presidente ruso, Vladimir Putin, «temen» ni «respetan» a Biden, razón por la que «Rusia se va a quedar con Ucrania».
De igual forma ha defendido que acabará con la guerra tan antes incluso de tomar posesión del cargo de presidente y que la invasión «nunca habría comenzado» si él hubiese ocupado el Despacho Oval. Sin embargo, Biden ha asegurado que Putin es «un criminal de guerra» y que después de Ucrania «no parará», sino que intentará tomar países como Polonia o Bielorrusia. Respecto al conflicto en la Franja de Gaza, Biden ha defendido su propuesta de alto el fuego en tres fases, mientras que Trump no ha especificado sobre su forma de abordar la situación mientras ha seguido culpando al mandatario de permitir los ataques del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), destacando que Irán «no tenía dinero» para financiar a sus milicias mientras él estaba en la Casa Blanca. Respecto al reconocimiento del Estado palestino, Trump ha expresado que «tendría que verlo».
La cuestión migratoria ha sido la más usada por el líder republicano para cargar contra su adversario demócrata, al que acusa de abrir las fronteras del país y dejar que entren «terroristas de todo el mundo» mientras que en su mandato fue «la frontera más segura de la historia». "Decidió abrir nuestra frontera, abrir nuestro país a gente que viene de las cárceles, gente que viene de instituciones mentales, manicomios, terroristas.
Tenemos el mayor número de terroristas entrando en nuestro país ahora mismo, todos terroristas, por todo el mundo, no solo en Sudamérica, vienen de Oriente Próximo, de todas partes«, ha añadido. Biden ha desmentido las acusaciones alegando que »no son verdad« y que »no hay datos« que apoyen tales afirmaciones, y ha cargado contra la política migratoria de Trumo porque »separaba a bebés de sus madres« y los »encerraba en jaulas".
Una de las grandes polémicas entre demócratas y republicanos en los últimos años ha sido la del aborto, concretamente desde que el Tribunal Supremo revirtiese en 2022 el histórico fallo que consagraba el aborto como un derecho a nivel federal, dando lugar a que numerosos estados controlados por los conservadores hayan aplicado medidas muy restrictivas al respecto. A pesar de que Trump se ha mostrado a favor de la decisión del Supremo de preservar el acceso a las píldoras anticonceptivas, que no bloquerá si llega a la Presidencia, pero también ha defendido la sentencia de 2022 que permite a los estados legislar al respecto. Biden ha defendido la restauración del fallo Roe vs Wade, el mencionado fallo que permitía el aborto, mientras que Trump ha cargado contra este al asegurar que lo que pretenden es «matar a los bebés» justo antes de su nacimiento, algo que el presidente ha desmentido categóricamente.
Respecto a los diferentes procesos judiciales abiertos contra el magnate, este ha defendido que «no ha tenido sexo con una actriz porno», en referencia a su condena por sobornar a la exactriz de cine porno Stephanie Clifford, conocida como 'Stormy Daniels', a cambio de su silencio. Asimismo, ha eludido responsabilidad del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2020, defendiendo que su actuación y sus palabras fueron «pacíficas y patriotas», y ha intentado desviar la atención con la sentencia de culpabilidad contra Hunter Biden, hijo del presidente, por tener en su poder un arma en un tiempo en el que consumía drogas.
«La única persona en este escenario que es un delincuente convicto es el hombre que estoy viendo en este momento», ha expresado Biden, quien cree que Trump «tiene la moral de un gato callejero». Tras ello, el magnate ha insistido en su argumento de los últimos meses, que consiste en acusarle de orquestar una campaña política para impedir su victoria en las elecciones presidenciales.
Tras el final del debate, analistas políticos en CNN han criticado las intervenciones de Biden, considerando su actuación como «dolorosa», y han asegurado que algunos miembros del Partido Demócrata están hablando para pedir que se aparte de la carrera presidencial. Sin embargo, el propio Biden ha defendido que ha tenido una «buena actuación» y que es difícil debatir con «un mentiroso», citando unas cifras del diario 'New York Times', que ha contabilizado hasta 26 «grandes mentiras» de Trump. Por su parte, la vicepresidenta, Kamala Harris, ha salido en apoyo a Biden y que, a pesar de su «lento inicio», ha acabado el debate de forma «fuerte».