Las autoridades islámicas de la república rusa de Daguestán han anunciado este miércoles la prohibición del niqab por «motivos de seguridad» apenas una semana después de los atentados terroristas que acabaron con la vida de una veintena de personas, la mayoría de ellas agentes de Policía, pero también un sacerdote.
El muftí de Daguestán, Abdulá Salimov, ha explicado que la decisión viene motivada por una petición de los ministerios de Política Nacional y Asuntos Religiosos de la república relacionada con las «amenazas existentes a la seguridad de la población», recoge la agencia de noticias TASS. Se «anuncia una prohibición temporal del uso del niqab hasta que se eliminen las amenazas identificadas y una nueva conclusión teológica», ha anunciado Salimov.
En la víspera, las autoridades ya adelantaron que por motivos de seguridad podría imponerse de manera temporal el uso de esta prenda vestida por mujeres, un velo que cubre por completo el rostro y que apenas deja una rendija para los ojos. El jefe de la república de Daguestán, Sergei Melikov, ya mostró anteriormente sus reparos acerca de esta prenda, pues no solo no es típica de los pueblos del Cáucaso, sino que además «permite a los hombres esconderse» detrás de ella y «a las mujeres llevar artículos prohibidos bajo estas grandes túnicas».
El pasado 23 de junio un grupo de hombres armados la emprendió a tiros en varios coordinados contra iglesias, sinagogas y puestos de la policía de tráfico en la capital regional, Majachkalá, y en la ciudad de Derbent, a orillas del mar Caspio. Al menos 22 personas murieron y más de una veintena resultaron heridas como consecuencia de esos ataques. Las autoridades rusas confirmaron la detención de varios sospechosos y la muerte de otros cinco durante los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.