El jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, Oleksandr Sirski, se ha desplazado a la zona de responsabilidad de la 59 Brigada Separada Motorizada Yakiv Handziuk para dirigir personalmente una investigación sobre sus actividades debido al alto número de bajas sufrido recientemente, anunció hoy el Estado Mayor ucraniano. La apertura de la investigación se produce un día después de que la médico militar Katerina Polishchuk, más conocida como Ptashka (pájaro) y una de las defensoras de la acerería de Azovstal que fue capturada y después liberada por Rusia, pidiera en sus redes sociales al Ejército y a la Presidencia que investigaran al comandante de la brigada, Bogdan Shevchuk.
Polishchuk acusó a Shevchuk de autoritarismo y negligencia y de haber dado «órdenes criminales» y mandado «acciones que resultaron en la muerte de un gran número de tropas». La 59 Brigada de Ucrania está desplegada cerca de Krasnogorivka, en la región oriental de Donetsk y una de las zonas en las que Rusia ejerce más presión de todo el frente.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, cesó el mes pasado al jefe de las Fuerzas Conjuntas del Ejército, Yuri Sodol, después de que uno de los comandantes de la brigada Azov, Bogdan Krotevich, presentara una queja con acusaciones parecidas a las formuladas por Polishchuk contra un comandante que medios ucranianos han identificado como el propio Sodol.
Precisamente este lunes se ha conocido que un 44 % de los ucranianos cree que ha llegado el momento de empezar a negociar el final de la guerra con Rusia, frente a un 35 % que se muestra en contra y un 21 % que no tiene una opinión clara al respecto, según una encuesta encargada por el medio ucraniano ZN. Una encuesta similar publicada en mayo de 2023 mostraba que sólo un 23 % de los ucranianos estaba a favor de abrir negociaciones con Rusia. El mayor nivel de apoyo a las negociaciones se da en el sur de Ucrania, donde un 60 % de los residentes es partidario de empezar a hablar, según los resultados del sondeo publicados este lunes.
En el este y el oeste de Ucrania el nivel de aceptación de las negociaciones se sitúa en torno al 35 %. Al mismo tiempo, un 83 % los ucranianos sigue rechazando una solución negociada en los términos propuestos por el presidente ruso, Vladímir Putin, que ha propuesto bajar las armas si Ucrania retira a sus tropas por completo de las cuatro regiones ucranianas que Rusia declaró parte de su territorio en 2022.
Un 51 % de los encuestados afirma que el retorno a las fronteras ucranianas de 1991 -que incluyen Crimea y todos los demás territorios ocupados por Rusia- es una condición necesaria para todo acuerdo de paz. El rechazo a las negociaciones y a las concesiones territoriales para poner fin a la guerra ha bajado sensiblemente respecto de anteriores encuestas. Ante la pérdida de iniciativa en el frente, Kiev ha empezado a plantear la posibilidad de presentar a Moscú un plan de paz avalado por el mayor número posible de países de la comunidad internacional para intentar poner fin a la guerra con unas condiciones aceptables para el lado ucraniano.