Aparentemente el tiempo se agota para Joe Biden. El presidente de Estados Unidos está viendo como su opción de revalidar el mandato se esfuma entre sus manos, y a la campaña interna que pide ya expresamente que se aparte de la carrera electoral se le suma la cancelación de varios eventos de recaudación de fondos para la campaña de reelección, que debían celebrarse en distintos puntos del país en las últimas horas. Varios senadores del Partido Demócrata han pedido al presidente de Estados Unidos que se retire de la carrera presidencial y deje el paso libre para otra candidatura más capacitada para derrotar a Donald Trump en las elecciones de noviembre. Entretanto, un nombre empieza a cobrar fuerza.
Los senadores Sherrod Brown (Ohio) y Martin Heinrich (Nuevo México) se han sumado a sus compañeros en la cámara alta Jon Tester (Montana) y Peter Welch (Vermont) en su petición, aproximándose a la cuarentena de cargos demócratas que han mostrado en público esta opción. Brown lo justifica en que «las elecciones de noviembre estén centradas en los asuntos que realmente importan», en un momento que «necesita de un enfoque más grande que un solo individuo». «Si pasa el testigo», añade el senador por Nuevo México, «Biden cimentaría su legado como uno de los más grandes líderes de la historia de este país; nos permitiría unirnos en torno a un candidato óptimo para derrotar a Trump y salvaguardar el futuro de nuestra democracia». También en las últimas horas el representante por Nuevo México Gabe Vasquez se ha sumado a las peticiones, con el matiz destacado que pertenece al llamado Caucus Hispano del Congreso, el sector de la bancada demócrata formado por congresistas de origen latinoamericano.
Entretanto, Biden sigue recuperándose en su residencia, aunque su círculo cercano afirma que no deja de trabajar. Así el presidente de Estados Unidos ha rebatido el discurso que dio el jueves por la noche su oponente electoral Donald Trump en la Convención Nacional Republicana y lamentó estar «atrapado en casa con covid» al tiempo que un portavoz reiteraba sus «ganas de volver a la campaña».
Biden, aparentemente ignorando las presiones del partido, escribió en su cuenta de X: «Estoy atrapado en casa con covid, así que tuve la particular mala suerte de ver el discurso de Donald Trump en la CNR. ¿De qué demonios hablaba?». Siguió un hilo en el que contestaba a las declaraciones del candidato republicano, en algunos casos con más sorna que contenido político, como «Donald, Hannibal Lecter no es real», y repetidamente señalando «su proyecto 2025», un programa elaborado por grupos ultraconservadores del que Trump ha intentado distanciarse.
Mientras crecen las especulaciones sobre el futuro de Biden, la vicepresidenta Kamala Harris emerge con posibilidades de convertirse en su principal heredera, con algunos legisladores como Betty McCollum de Minnesota apoyándola de forma directa. Harris no se ha pronunciado al respecto, pero este viernes se dejó ver comprando helado en una pequeña tienda de un barrio de Washington con dos niñas pequeñas, las nietas de su hermana.
Dentro del establecimiento, ante las cámaras de televisión, Harris conversó con la dueña, compró helados para las pequeñas y eligió para sí misma uno llamado 'Cap Hill Crunch', cuyo nombre hace referencia al Congreso y podría traducirse como «el crujido de Capitolio Hill». No contestó a ninguna pregunta de los periodistas, pero las imágenes fueron retransmitidas inmediatamente por varios canales de televisión y causaron comentarios y especulaciones sobre los acontecimientos venideros.