El Ejército de Israel ha asegurado este viernes haber matado a más de 500 «terroristas», la «inmensa mayoría» de ellos miembros del partido-milicia chií Hezbolá, en el marco de los más de nueve meses de enfrentamientos en la frontera con Líbano al hilo de los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas.
El comandante del Mando Norte, Uri Gordin, ha recalcado que «hay muchas actividades ofensivas» y que «ya han sido eliminados más de 500 terroristas en Líbano, la inmensa mayoría de ellos miembros de Hezbolá». «Hemos destruido miles de infraestructuras», ha reseñado. Así, ha señalado que los militares «trabajan a diario para proteger las localidades en el norte de Galilea e incrementar la preparación frente a un ataque», antes de agregar que el Ejército trabaja para «cambiar la situación de seguridad en el norte».
«Todos los residentes de Metula y el norte podrán volver a sus hogares», ha agregado. «Nuestra espalda son los residentes y los ciudadanos y nuestras caras y nuestros cañones apuntan al enemigo», ha subrayado Gordin, quien ha sostenido que «cuando llegue el momento y haya que atacar, será un ataque decisivo», según una transcripción de sus declaraciones publicada en la página web de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
El Ejército israelí ha bombardeado este mismo viernes objetivos supuestamente relacionados con el grupo en el sur de Líbano y ha interceptado «un lanzamiento que cruzó desde territorio libanés», sin que por ahora haya informaciones sobre víctimas o daños materiales. Durante las últimas semanas han repuntado las tensiones y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió recientemente de que el Ejército israelí «está preparado para una acción muy poderosa» en la frontera con Líbano. Por su parte, el líder del grupo libanés, Hasán Nasralá, ha asegurado que si Hamás e Israel alcanzan un alto el fuego en Gaza, el grupo pondrá fin «sin condiciones» a sus ataques.