«No queremos la guerra, pero nos estamos preparando para todas las posibilidades», afirmó este miércoles el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, el primer cargo de la cúpula del Gobierno en pronunciarse tras la muerte del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en un ataque en la capital iraní, Teherán.
El titular de Defensa acudió a visitar una batería del sistema de defensa antimisiles de largo alcance 'Arrow' después también del ataque israelí ayer contra Beirut, en un bombardeo selectivo que mató al comandante jefe del ala militar del grupo chií Hizbulá, Fuad Shukr.
El ataque israelí contra Beirut y la muerte de Haniyeh, que Hamás atribuye también a Israel, han hecho saltar las alarmas en la región ante las posibles respuestas tanto de Irán como de las milicias islamistas contra el Estado hebreo.