China ha abierto una investigación antisubvenciones sobre las importaciones de queso, leche y nata de la Unión Europea (UE), que se suma a la investigación sobre el brandy y la carne de cerdo comunitarios, un día después de que el bloque publicara un plan arancelario revisado para los vehículos eléctricos fabricados en China. Éstas son las principales cuestiones que se dirimen en este asunto.
Pekín ya está evaluando si las importaciones de brandy y carne de cerdo de la UE se venden por debajo de los precios de mercado. Su tercera investigación, sobre si los productos lácteos de la UE se benefician de subvenciones, amplía el número de Estados miembros en su punto de mira mientras evalúan un plan europeo para imponer aranceles de hasta el 36,3% a los vehículos eléctricos (VE) chinos antes de la votación de octubre sobre su aplicación.
En una votación consultiva sobre los aranceles propuestos en julio, Francia, Italia y España los respaldaron, mientras que Alemania, Finlandia y Suecia se abstuvieron, según fuentes gubernamentales. Con la última investigación sobre los productos lácteos, Francia, España, Países Bajos y Dinamarca –los mayores exportadores de brandy y carne de cerdo a China en Europa– son ahora los países de la UE que más se enfrentan a la presión china para que supriman los gravámenes a sus vehículos eléctricos.
Francia es el país más afectado, ya que el año pasado exportó productos lácteos por valor de 211 millones de dólares, según datos de las aduanas chinas. En conjunto, las investigaciones comerciales de Pekín podrían afectar con mayor dureza a Francia, Dinamarca, Países Bajos y España, que son también los mayores exportadores europeos de carne de cerdo, mientras que el 99% del brandy importado por China procedió de Francia el año pasado. Los productores de leche italianos, daneses, neerlandeses y españoles también se verán afectados, ya que han vendido a China productos por valor de 65, 55, 52 y 49 millones de dólares respectivamente.
El tabloide estatal chino Global Times, que fue el primero en informar de que Pekín estaba estudiando la posibilidad de realizar investigaciones, también sugirió en junio que podría estar en marcha una investigación «antidumping» sobre los automóviles europeos de gasolina de gran cilindrada.
El «dumping» es una práctica comercial consistente en vender un producto por debajo de su precio normal o incluso por debajo de su coste de producción para obtener ventajas competitivas. Esta investigación aún no se ha materializado, pero afectaría sobre todo a Alemania, el mayor exportador de vehículos con motores de 2,5 litros o más a China el año pasado, con envíos por valor de 1.200 millones de dólares.