El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo este lunes en Solingen (oeste de Alemania) que siente «ira» ante los islamistas tras el atentado en la ciudad en la que murieron tres personas y anunció medidas para reducir el riesgo de que algo similar pueda volver a ocurrir. «Siento ira, mi ira se dirige contra los islamistas. Tienen que saber que no cesaremos en su persecución», dijo Scholz en una comparecencia junto con el primer ministro de Renania del Norte Westfalia, Hendrik Wüst, y el alcalde de Solingen, Tim Kurzbach.
Scholz se refirió a la necesidad de acelerar la expulsiones de extranjeros que no tienen derecho a permanecer en Alemania y lograr un mejor control sobre la migración. «Se trata de terrorismo, de terrorismo contra todos nosotros y contra nuestra forma de vivir. Eso es algo a lo que no podemos acostumbrarnos y que no vamos a tolerar nunca», dijo.
El viernes en la noche durante una fiesta para celebrar los 650 años de Solingen un hombre empezó a atacar con un cuchillo a los asistentes, dio muerte a tres e hirió a varios. La policía ha detenido a un sirio de 26 años al que considera responsable y al que ha puesto a disposición de la fiscalía general. Entre tanto la organización terrorista Estado Islámico ha reclamado el atentado y ha dicho en un comunicado que de trata de uno de sus soldados que ha «atacado a cristianos para vengar la muerte de musulmanes en Palestina y otros lugares».
El detenido había de ser expulsado a Bulgaria, donde había solicitado primero asilo, pero no se logró hacer la deportación. Wüst, de parte del Gobierno regional, dijo que tenía que investigarse qué había ocurrido en el caso concreto. Por otra parte, Wüst pidió a quienes han pretendido instrumentalizar el atentado para sus fines políticos, en alusión a algunas manifestaciones de ultraderecha, que «dejen en paz a Solingen».
«Esta ciudad lo que necesita es tranquilidad para confrontarse con lo ocurrido. Ante algo así siempre surge la pregunte ¿por qué?. Y los responsables políticos tenemos que preguntarnos sobre lo que debemos hacer», dijo. Wüst insistió en la necesidad de acelerar los procesos de expulsión y evitar que determinado tipo de personas ingresen a Alemania. Además, dijo que se debe estudiar si los organismos de seguridad no necesitan más competencias y más herramientas para hacer frente al terrorismo.