Alemania ha destruido la zona de Schengen, primero en 2015, cuando permitió la entrada de refugiados, y ahora al introducir temporalmente controles fronterizos, dijo este jueves el ministro de Gobernación de Hungría, Gergely Gulyás.
«Es Alemania la que está destruyendo (la zona de) Schengen, primero al no obligar a los Estados miembros de la Unión Europea (UE) a proteger eficazmente las fronteras externas, y ahora al introducir controles en las fronteras internas», afirmó Gulyás ante la prensa. El ministro aseguró que la zona de libre circulación de Schengen es uno de los aspectos más importantes de la UE, que «ahora está en peligro» porque en 2015 no se escuchó lo que decía Hungría.
Gulyás aludió claramente a que en 2015, en plena crisis migratoria, el Gobierno del ultranacionalista Viktor Orbán levantó vallas en su frontera con Serbia para detener a los refugiados, por lo que fue criticado. «Asimismo, estamos contentos de que Alemania se haya dado cuenta de la importancia de la defensa de las fronteras», añadió Gulyás en referencia a los controles fronterizos. Orbán dio la bienvenida a Berlín «en el club» de los países que protegen sus fronteras cuando se anunció la introducción temporal de los controles fronterizos.
Con todo, el ministro húngaro aseguró que la medida alemana tendrá consecuencias negativas en la economía europea. En relación con la sanción de 200 millones de euros que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) le impuso a Hungría el pasado junio por incumplir una sentencia anterior sobre protección de migrantes, Gulyás afirmó que «la postura de Bruselas es hipócrita». «Si la inmigración es buena, que reciban con amor a los inmigrantes, si no lo es, no multen a países como Hungría, que defiende las fronteras externas de la zona de Schengen», enfatizó el ministro.
El fallo no obligaba a Hungría a dejar entrar inmigrantes en su territorio ni a abandonar sus políticas de defensa de las fronteras. El Gobierno ha amenazado recientemente con enviar autobuses llenos de inmigrantes a Bruselas ya que según su interpretación la Comisión Europea quiere obligar al país a dejar entrar «inmigrantes ilegales» y abandonar sus restrictivas políticas migratorias. A pesar de las amenazas, el ministro asegura que Hungría busca un acuerdo mediante negociaciones. La gestión migratoria es un una de las principales prioridades de la actual presidencia rotatoria de Hungría del Consejo de la Unión Europea.