El grupo chií libanés Hizbulá reivindicó este martes el lanzamiento de una andanada de cohetes de tipo 'Fadi-4' contra una base de la Inteligencia de Israel y contra una sede del Mosad a las afueras de Tel Aviv, en una acción que por primera vez incluye este tipo de proyectiles de largo alcance. La formación armada dijo en un comunicado que lanzó una andanada de cohetes 'Fadi-4' contra la base de Glilot, que aseguró que pertenecen a la unidad de Inteligencia Militar 8200; y contra una sede del Mosad ubicada a las afueras de la localidad de Tel Aviv, en el centro de Israel.
Por otra parte el grupo chií Hizbulá reivindicó este martes sus primeros ataques desde que Israel anunciara de madrugada el inicio de una ofensiva terrestre contra el sur del Líbano, aunque todavía no se han confirmado enfrentamientos directos dentro del territorio libanés.
La formación libanesa informó en sendos comunicados de que ha lanzado un ataque de artillería y otro con una andanada de cohetes contra grupos de soldados israelíes en la localidad de Metula, en las áreas fronterizas del norte de Israel y declarada la víspera como «zona militar cerrada».
Ambas acciones fueron perpetradas esta mañana en un lapso de menos de media hora y al menos los disparos de artillería habrían logrado «impactos directos» en sus objetivos, según las notas. El Ejército israelí anunció de madrugada el inicio de una serie de «incursiones terrestres limitadas, localizadas y selectivas, basadas en información precisa, contra objetivos e infraestructuras terroristas de Hizbulá en el sur del Líbano», una operación que cuenta con cobertura aérea y de artillería.
Hasta el momento no se ha confirmado que las tropas israelíes hayan entrado al territorio libanés ni que se hayan producido confrontaciones directas. La localidad israelí atacada esta mañana por Hizbulá, a unos seis kilómetros de la divisoria, había sido declarada el lunes como «zona militar cerrada» junto a otras dos zonas fronterizas más, con lo que quedó estrictamente prohibido la entrada a ellas pese a que ya estaban evacuadas hacía mucho.
La ofensiva terrestre se produce después de una semana de intensos bombardeos aéreos contra el sur y el este del Líbano, y los suburbios meridionales de Beirut, los principales bastiones de Hizbulá en el Líbano. No está claro el impacto que esta campaña ha tenido sobre las capacidades del grupo chií ni cuánto habría diezmado sus reservas de armas para poder hacer frente a ataques terrestres, aunque Hizbulá está curtido en batallas de este tipo y se espera que oponga una resistencia considerable.