La próxima reunión entre los dirigentes de la Unión Europea y China se celebrará previsiblemente en Pekín en la segunda quincena de julio, según informó este viernes un portavoz de la Comisión Europea. La anterior reunión de alto nivel entre el bloque de los 27 también se celebró en China. La decisión de no optar esta vez por Bruselas se debió a «razones logísticas», dijo el portavoz a la prensa en la capital comunitaria.
El presidente Xi Jinping dijo el viernes al presidente del Gobierno español que China y la Unión Europea deben unirse para defender la globalización y oponerse a los «actos unilaterales de intimidación», lo que constituye un claro ataque a las políticas arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump. Xi, en sus primeros comentarios públicos sobre el tema desde que Trump lanzara su ofensiva arancelaria la semana pasada, dijo que «no puede haber ganadores» en cualquier guerra comercial, y afirmó que la UE tiene un papel clave que desempeñar para garantizar la estabilidad económica mundial.
Pekín indicó que esta será la última vez que igualará a Estados Unidos, en caso de que Trump aumentae sus aranceles. «Incluso si Estados Unidos continúa imponiendo aranceles aún más altos, esto ya no tendría ninguna relevancia económica y pasaría a la historia de la economía mundial».
«Si Estados Unidos continúa jugando con los números con los aranceles, China no responderá», añadió. Sin embargo, dejó la puerta abierta a que Pekín recurra a otros tipos de represalias, reiterando que China luchará contra Estados Unidos hasta el final.
El jueves, Pekín anunció que restringiría inmediatamente las importaciones de películas de Hollywood. A principios de esta semana, China centró su atención en las exportaciones de servicios estadounidenses, emitiendo una alerta de viaje para los ciudadanos que visitan Estados Unidos y una alerta para los estudiantes que estén considerando estudiar en el estado de Ohio. Analistas de UBS afirmaron en una nota que la declaración de China de que no tomaría represalias contra nuevos aumentos arancelarios era «un reconocimiento de que el comercio entre ambos países se ha interrumpido prácticamente por completo».
Los aranceles promedio de Estados Unidos sobre las exportaciones chinas se sitúan actualmente en el 135 %, según el Instituto Peterson de Economía Internacional, más de 40 veces superiores a los que había antes del inicio de la primera guerra comercial entre Estados Unidos y China en 2018. Trump dijo el miércoles que rebajaría temporalmente los elevados aranceles que acababa de imponer a decenas de países, entre ellos los de la UE, durante 90 días, un cambio de rumbo sorprendente de su política comercial.
Sin embargo, volvió a subir los aranceles a las importaciones chinas por encima del 145 %, lo que ha intensificado un enfrentamiento de alto nivel entre Washington y Pekín. China ha tomado represalias imponiendo aranceles del 125 % a las importaciones estadounidenses . Sánchez dijo que esperaba que la Comisión Europea utilizara el plazo de 90 días en nombre de la UE para negociar el «mejor acuerdo posible» con Washington.
La UE ha suspendido los aranceles de represalia que iba a imponer a las importaciones estadounidenses. La visita de Sánchez, la tercera en otros tantos años, tiene como objetivo estrechar lazos económicos y políticos con Pekín ante las consecuencias globales de la política arancelaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, buscando posicionar a España como interlocutor entre China y la Unión Europea y atraer inversiones chinas.
Las autoridades españolas han rechazado la advertencia estadounidense de que acercarse al país asiático sería «cavar su propia tumba». «Creemos que hay oportunidades para profundizar las relaciones, pero es importante que China muestre sensibilidad a las demandas europeas de tener unas relaciones más equilibradas», dijo Sánchez, en referencia al déficit comercial de la UE con Pekín, que el año pasado superó los 300.000 millones de dólares. La UE considera a China «socio para la cooperación, competidor económico y rival sistémico».
Durante una rueda de prensa en la embajada española en Pekín, Sánchez dijo que los dos países habían firmado acuerdos sobre ciencia, tecnología, educación e industria cinematográfica, así como protocolos relativos a las exportaciones de carne de cerdo y cerezas. Según Xinhua, Xi dijo que España y China deberían aprovechar el potencial de cooperación en nuevas energías, fabricación de alta tecnología y ciudades inteligentes. España recibe flujos de inversión cruciales de China que son de gran interés para la UE, ya que implican principalmente tecnología avanzada, como baterías, vehículos eléctricos e hidrógeno, en la que el bloque está por detrás del país asiático.
Podem aprendre molt del model xinés, controlar l'esppeculació i els bilionaris funciona