El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, dijo este domingo ante el Consejo de Seguridad de la ONU, reunido de urgencia ante la crisis internacional desatada por el ataque de Estados Unidos hacia instalaciones nucleares de Irán, que «nadie, ni siquiera el OIEA, está en capacidad de confirmar los daños subterráneos» en el sitio de Fordó, la planta principal donde Irán produce uranio enriquecido.
Antes de Grossi, tomó la palabra el secretario general António Guterres que tampoco citó a Estados Unidos por su nombre pero lo criticó indirectamente cuando dijo que «todos los Estados miembros deben actuar de acuerdo con sus obligaciones según la carta de la ONU y las demás reglas de la legalidad internacional». Sí se dirigió de forma directa a Irán, recordándole que «debe respetar totalmente el Tratado de No Proliferación, que es un pilar de la paz y la seguridad internacionales».
En una sesión de emergencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU en este domingo, solicitada por Irán tras los ataques perpetrados en la madrugada del domingo por Estados Unidos contra tres plantas nucleares, Grossi subrayó que «los ataques armados contra sitios nucleares nunca deberían suceder (porque) pueden derivar en escapes radiactivos con graves consecuencias».
Según el Pentágono, bombarderos estratégicos B-2 con bombas anti-búnker de gran tonelaje apuntaron a la fortaleza subterránea de Fordó, la principal planta de enriquecimiento de uranio de Irán, en un ataque que se completó con el lanzamiento de hasta 30 misiles Tomahawk desde submarinos contra Natanz e Isfahán.
Grossi señaló que en la planta de Fordó son ahora visibles «grietas», que confirman el uso de esas bombas anti-búnker de las que informó EEUU, pero insistió en que es imposible evaluar los daños causados en esa planta. El director general del OIEA confirmó asimismo que en la planta de Isfahán «parece que han sido alcanzados los accesos a los túneles usados para el almacenamiento de material enriquecido», además de algunos edificios relacionados, y que la planta de enriquecimiento de combustible de Natanz también fue atacada, pero no abundó en más detalles.
Resaltó que Irán ha informado a su organismo de que «no hay incremento de la radiación exterior» en ninguna de las tres plantas«. Aunque se cuidó de criticar a Estados Unidos por su nombre, Grossi resaltó que »la escalada militar pone en peligro las vidas y retrasa cualquier solución diplomática para lograr una certeza a largo plazo de que Irán no logra un arma nuclear".
Reunión tensa
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió el domingo para debatir los ataques estadounidenses contra las instalaciones nucleares iraníes, con Rusia, China y Pakistán proponiendo al órgano de 15 miembros que adoptara una resolución pidiendo un alto el fuego inmediato e incondicional en Oriente Medio. «El bombardeo de instalaciones nucleares iraníes por parte de Estados Unidos marca un giro peligroso», declaró el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ante el Consejo de Seguridad. «Debemos actuar -de inmediato y con decisión- para detener los combates y volver a unas negociaciones serias y sostenidas sobre el programa nuclear iraní».
El mundo esperaba la respuesta de Irán después de que el presidente Donald Trump dijera que Estados Unidos había «arrasado» los sitios nucleares clave de Teherán, uniéndose a Israel en la mayor acción militar occidental contra la república islámica desde su revolución de 1979.
Rusia y China condenaron los ataques estadounidenses.
«La paz en Oriente Medio no puede lograrse mediante el uso de la fuerza. El diálogo y la negociación son la salida fundamental en estos momentos», afirmó el embajador chino ante la ONU, Fu Cong. «Los medios diplomáticos para abordar la cuestión nuclear iraní no se han agotado, y aún hay esperanza de una solución pacífica».
Pero la embajadora en funciones de Estados Unidos ante la ONU, Dorothy Shea, dijo al Consejo que había llegado el momento de que Washington actuara con decisión, instando al cuerpo a que pidiera a Irán que pusiera fin a su esfuerzo por eliminar a Israel y pusiera fin a su afán por conseguir armas nucleares. «Irán ha ocultado durante mucho tiempo su programa de armas nucleares y ha bloqueado nuestros esfuerzos de buena fe en las últimas negociaciones», declaró. «El régimen iraní no puede tener un arma nuclear».
El embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, recordó que el exsecretario de Estado Colin Powell argumentó ante el Consejo de Seguridad de la ONU en 2003 que el presidente iraquí Sadam Husein constituía un peligro inminente para el mundo debido a los arsenales de armas químicas y biológicas del país. «Una vez más se nos pide que creamos los cuentos de hadas de Estados Unidos, que volvamos a infligir sufrimiento a millones de personas que viven en Oriente Medio. Esto refuerza nuestra convicción de que la historia no ha enseñado nada a nuestros colegas estadounidenses», afirmó.
Irán solicitó la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, pidiéndole «que aborde este flagrante e ilegal acto de agresión, que lo condene en los términos más enérgicos posibles». No estaba claro cuándo podría votar el Consejo el proyecto de resolución. Rusia, China y Pakistán han pedido a los miembros del Consejo que compartan sus comentarios antes del lunes por la tarde. Para ser aprobada, la resolución necesita al menos nueve votos a favor y ningún veto de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia o China.
Es probable que Estados Unidos se oponga al proyecto de resolución, visto por Reuters, que también condena los ataques contra las instalaciones nucleares iraníes. El texto no nombra a Estados Unidos ni a Israel.
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