En un acto simbólico cargado de significado histórico, las autoridades de Trinidad y Tobago han tomado la decisión de retirar la estatua de Cristóbal Colón que durante casi un siglo y medio ha permanecido en la plaza central de Puerto España. El anuncio, realizado el pasado viernes durante las celebraciones del Día de la Emancipación, forma parte de un movimiento más amplio para reconsiderar símbolos coloniales que, según el ayuntamiento, representan opresión para muchos ciudadanos del país caribeño.
El alcalde de Puerto España, Chinua Alleyne, explicó que la estatua de bronce, donada en 1880 por el comerciante de cacao martiniqués Hypolite Borde, será trasladada al Museo Nacional y Galería de Arte del país. Esta medida llega 145 años después de su instalación y pretende formar parte de un proceso de «restauración y reparación», según palabras del propio alcalde durante su intervención pública.
La iniciativa no se limita únicamente a la retirada de la estatua, sino que contempla también el cambio de nombre de la emblemática plaza Colón y de una sección de Oxford Street, que pasará a denominarse Kwame Ture Way, en honor al revolucionario panafricano nacido en Trinidad y Tobago, reconocido por su lucha contra el racismo institucional a nivel internacional.
Contexto histórico y significado del cambio
El navegante genovés al servicio de la Corona española descubrió la isla de Trinidad el 31 de julio de 1498, durante su tercer viaje a América. La nombró 'Tierra de la Santísima Trinidad' y fue ocupada por los españoles durante décadas. Posteriormente, la isla de Tobago, también relacionada con su expedición y denominada 'Bella Forma', fue colonizada por ingleses, franceses y holandeses en diferentes períodos.
Las autoridades trinitenses han señalado que la decisión responde a una necesidad de reconocer el impacto negativo que tuvo la llegada de Colón para los pueblos originarios. En esta línea, el ayuntamiento ha anunciado la creación de un comité especial que se encargará de diseñar y construir un nuevo monumento dedicado a honrar a las víctimas del genocidio de los pueblos indígenas provocado por lo que en el comunicado oficial se denomina como el «descubrimiento» del navegante.
«Esperamos que los que aún no han nacido crezcan inspirados por la labor de este héroe panafricano mundial desde detrás del puente de Puerto España», afirmó Alleyne, subrayando la importancia de que las nuevas generaciones comprendan tanto la historia colonial como las figuras que lucharon contra sus consecuencias negativas.
Repercusiones internacionales y precedentes similares
La decisión de Trinidad y Tobago se suma a otras iniciativas similares que han tenido lugar en distintos países de América y Europa, incluida España, donde en los últimos años se han planteado debates sobre la permanencia de monumentos y símbolos relacionados con el pasado colonial. Estos movimientos se han intensificado especialmente desde 2020, tras las protestas globales por justicia racial que llevaron al derribo o cuestionamiento de estatuas en diversos países.
En el caso de España, las repercusiones de esta noticia adquieren un matiz particular dado el vínculo histórico con el navegante. Los expertos en relaciones internacionales consultados señalan que estas acciones forman parte de un proceso más amplio de revisión histórica que afecta especialmente a figuras como Colón, cuya valoración ha experimentado importantes cambios en las últimas décadas.
Según datos recientes, al menos 23 estatuas de Cristóbal Colón han sido retiradas, vandalizadas o sometidas a debate público en diferentes países desde 2015. Esta cifra refleja un cambio significativo en la percepción pública sobre el papel del explorador en la historia y sus consecuencias para los pueblos originarios de América.
El día de la emancipación como marco simbólico
No es casualidad que el anuncio se haya realizado precisamente durante las celebraciones del Día de la Emancipación, una fecha que conmemora la abolición de la esclavitud y rinde homenaje a la comunidad afrodescendiente. Trinidad y Tobago fue el primer país en declarar festivo este día en 1985, una iniciativa que posteriormente inspiró a otras naciones caribeñas como Jamaica, Barbados, Surinam, Belice, las Islas Vírgenes Británicas, Martinica y Guadalupe.
La elección de esta fecha para el anuncio subraya la conexión que las autoridades locales establecen entre el colonialismo representado por figuras como Colón y las posteriores prácticas esclavistas que afectaron profundamente a la región. Según historiadores locales, aproximadamente el 40% de la población actual de Trinidad y Tobago desciende de personas esclavizadas traídas de África entre los siglos XVI y XIX.
El alcalde Alleyne describió a Kwame Ture, anteriormente conocido como Stokely Carmichael, como «una figura monumental en los movimientos estadounidenses por los derechos civiles y el poder negro, y un titán del movimiento panafricano global». Este reconocimiento supone una revalorización de figuras locales que lucharon contra las consecuencias del colonialismo y el racismo estructural.
Perspectivas futuras y educación histórica
Las autoridades han enfatizado que estas medidas no pretenden borrar la historia, sino recontextualizarla. La estatua de Colón no será destruida, sino reubicada en un espacio museístico donde podrá ser contemplada y estudiada con el contexto histórico adecuado. Esta decisión refleja una tendencia creciente hacia lo que algunos especialistas denominan como «pedagogía decolonial», un enfoque educativo que busca presentar narrativas históricas más completas y diversas.
El comité que se creará para diseñar el nuevo monumento en honor a las víctimas del genocidio indígena estará compuesto por historiadores, artistas locales y representantes de comunidades indígenas. Se espera que el proceso de diseño y construcción finalice para 2027, coincidiendo con el 35º aniversario de la independencia del país.
Según datos del Ministerio de Cultura trinitense, los proyectos de recuperación de la memoria histórica han aumentado un 78% en la última década, lo que demuestra un creciente interés por revisitar el pasado desde perspectivas más inclusivas. Este fenómeno no es exclusivo de Trinidad y Tobago, sino que se observa en numerosos países con pasado colonial, incluida España, donde diversos ayuntamientos han impulsado iniciativas similares en los últimos años.
Al menos la guardarán en un museo. Aquí el revisionismo histórico la hubiese fundido o dinamitado.