El mercado petrolero intenta recuperarse esta semana tras experimentar una marcada caída en los precios internacionales durante los últimos días. El barril de Brent descendió hasta los 65,30 dólares y el West Texas Intermediate (WTI) se situó alrededor de los 61,45 dólares al inicio de la jornada del lunes, aunque posteriormente ambos referentes lograron cierta estabilización en medio de un clima de cautela generalizada.
Esta tendencia bajista, que se viene observando desde el jueves pasado, ha provocado que el Brent cayera más de un 1,30 % mientras el WTI retrocedió por encima del 1,50 %. Estos movimientos reflejan la preocupación creciente entre los operadores del sector ante un panorama internacional cada vez más complejo y la ausencia de avances diplomáticos significativos que garanticen la estabilidad del suministro global.
Los analistas consultados por medios españoles coinciden en señalar que la volatilidad podría mantenerse durante las próximas semanas, especialmente ante la expectativa por los comentarios del presidente de la Reserva Federal estadounidense, Jerome Powell, en la reunión anual de Jackson Hole que podrían anticipar modificaciones importantes en la política de tipos de interés con consecuencias directas para la demanda energética mundial.
Factores geopolíticos que influyen en el precio del petróleo
La incertidumbre en los mercados se ha intensificado tras el reciente encuentro entre Donald Trump y Volodímir Zelenski, que tuvo lugar después de una cumbre considerada poco concluyente del primero en Alaska con Vladímir Putin. En aquella reunión, Trump adoptó una posición más favorable a Moscú al proponer la firma de un acuerdo de paz sin exigir previamente un alto el fuego, generando dudas sobre el futuro del suministro energético global.
De forma paralela, se ha reabierto la controversia en torno a la India tras las críticas procedentes de Washington por sus adquisiciones masivas de crudo ruso. Estados Unidos argumenta que estas transacciones estarían financiando indirectamente el conflicto en Ucrania que se prolonga desde 2022. La posibilidad de implementar sanciones secundarias destinadas a frenar este flujo comercial ha añadido un nuevo elemento de tensión en el panorama petrolero internacional.
Las exportaciones españolas de productos refinados hacia mercados alternativos también podrían verse afectadas por esta situación, según apuntan expertos del sector energético en España. El país ibérico, que depende en gran medida de las importaciones de crudo, podría enfrentar mayores costes logísticos si las rutas comerciales tradicionales se ven alteradas por nuevas sanciones o restricciones.
Perspectivas económicas y proyecciones
El escenario monetario global está bajo observación constante por parte de los mercados. La intervención de Jerome Powell en Jackson Hole cobra especial relevancia en un momento en que la economía estadounidense muestra signos contradictorios sobre su evolución. Cualquier indicio sobre la futura trayectoria de los tipos de interés tendrá un impacto directo en la demanda energética y, por ende, en los precios del petróleo.
Las proyecciones del organismo estadístico energético de Estados Unidos señalan una tendencia decreciente para los precios del Brent y el WTI hacia finales de 2025. Se anticipa que ambos referentes podrían situarse por debajo de los 60 dólares por barril e incluso aproximarse a los 50 dólares en 2026, principalmente debido a un incremento previsto en los inventarios mundiales de crudo y una desaceleración en el crecimiento de la demanda global.
En España, esta potencial reducción de precios podría tener un efecto positivo para controlar la inflación, que durante 2024 ha mostrado cierta resistencia a bajar de determinados umbrales, especialmente en Baleares, donde el precio de la cesta de la compra sigue en márgenes disparados, con respecto al resto del Estado. Los analistas económicos consultados por medios nacionales estiman que una caída sostenida en los precios energéticos beneficiaría especialmente a sectores intensivos en consumo energético como el transporte y la industria manufacturera.
Comportamiento de los especuladores y tendencias del mercado
La volatilidad actual también está influenciada por la posición de los especuladores en los mercados de futuros. Los últimos informes publicados revelan que su exposición neta compradora en futuros de WTI y Brent ha disminuido drásticamente, alcanzando niveles mínimos no vistos en varios años. Este comportamiento evidencia un aumento en las perspectivas bajistas y podría ejercer una presión adicional sobre los precios.
Diversos operadores con base en España han señalado que están modificando sus estrategias de inversión ante este panorama. La combinación de factores geopolíticos, expectativas de mayor oferta y la posible desaceleración económica global está provocando una reconfiguración del mercado que podría extenderse durante todo 2025.
En este sentido, las empresas energéticas españolas cotizadas como Repsol han experimentado fluctuaciones en su valor bursátil como consecuencia directa de esta inestabilidad en los precios del crudo. Los inversores permanecen atentos a la evolución del conflicto en Ucrania y las posiciones que adopten actores clave como Trump, Putin y Zelenski en las próximas semanas.
En conclusión, aunque el mercado petrolero muestra cierta estabilización tras las recientes caídas, persiste una tensión subyacente alimentada por frágiles avances diplomáticos, amenazas de sanciones comerciales y señales cambiantes desde la política monetaria estadounidense. Asimismo, los expertos recomiendan mantener una vigilancia constante sobre estos factores que podrían provocar movimientos repentinos en los precios si alguno de ellos evoluciona de manera significativa durante lo que resta de año.