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El sangriento registro de las minas antipersona: 6.279 víctimas en 2024, la cifra más alta en cinco años

Birmania (Myanmar) lidera el trágico recuento de afectados por este armamento prohibido, mientras el Tratado de Ottawa trata de reforzar su impacto global

Víctimas del régimen militar en Yangón, Myanmar | Foto: Efe - NYEIN CHAN NAING

| Ginebra |

La Campaña Internacional para la Prohibición de Minas Antipersona (ICBL), galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1997, acaba de revelar que un total de 6.279 individuos sufrieron las devastadoras consecuencias de las minas antipersona durante el año 2024. Esta cifra representa un alarmante incremento, siendo la más elevada registrada desde 2020, y subraya la persistente amenaza de estos artefactos explosivos. El desgarrador balance incluye 1.945 fallecidos y 4.325 heridos, evidenciando el impacto humanitario de un armamento que, pese a las prohibiciones internacionales, sigue cobrándose vidas inocentes en diversas regiones del mundo.

Este preocupante informe anual, titulado Monitor de Minas y Municiones de Racimo, fue presentado por la coalición de organizaciones este lunes, coincidiendo con el inicio en Ginebra de la vigésimo segunda reunión de los Estados parte del Tratado de Ottawa. Dicho tratado, en vigor desde 1999, constituye la convención internacional que prohíbe el uso, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersona desde hace ya más de veinticinco años. La publicación del estudio sirve como un llamamiento urgente a la acción y a la revisión de los progresos y desafíos en la erradicación de estas armas.

Según los datos recopilados, la mayoría de las víctimas en 2024 se concentraron, por segundo año consecutivo, en Birmania (Myanmar). Este país asiático registró 2.029 víctimas, duplicando las cifras del año anterior y consolidándose como el epicentro de esta crisis humanitaria. El informe también señala a Birmania, junto con India, Rusia y Corea del Sur, como Estados no firmantes del tratado que, lamentablemente, «parecen mantener una capacidad de producción activa» de este tipo de armamento, lo que complica enormemente los esfuerzos globales de desarme.

Alarmante repunte de víctimas

El año 2024 ha marcado un hito sombrío en la lucha contra las minas antipersona, con un total de 6.279 personas afectadas por estos explosivos. Esta cifra no solo es la más alta en los últimos cinco años, sino que también refleja una tendencia preocupante de aumento en el número de incidentes y víctimas. De este total, 1.945 personas perdieron la vida de forma trágica, mientras que 4.325 sufrieron heridas, muchas de ellas con consecuencias permanentes. La Campaña Internacional para la Prohibición de Minas Antipersona (ICBL) enfatiza que detrás de cada número hay una historia de sufrimiento, una familia destrozada y una comunidad impactada, lo que convierte a las minas en un obstáculo persistente para la paz y el desarrollo.

El estudio de la ICBL sitúa a Birmania (Myanmar) como el país con el mayor número de víctimas de minas antipersona en 2024, con 2.029 personas afectadas. Este incremento exponencial, que duplica las cifras del año anterior, se atribuye a la intensificación de los conflictos internos y a la proliferación de estos artefactos en zonas civiles. La situación en Birmania es particularmente crítica debido a su condición de Estado no firmante del Tratado de Ottawa, lo que le permite, según el informe, mantener una capacidad de producción y uso de estas armas sin rendir cuentas ante la comunidad internacional.

Siria, con 1.015 víctimas en 2024, se posiciona como el segundo país más afectado. El informe advierte que, tras la caída del régimen de Bachar al Asad, el riesgo para la población civil es «cada vez mayor». Esto se debe, en gran medida, al retorno de desplazados internos y refugiados a sus hogares y tierras de origen, que a menudo se encuentran contaminados con minas y otros restos explosivos de guerra. La falta de desminado efectivo y la inestabilidad política y social contribuyen a que estas zonas sigan siendo trampas mortales para quienes intentan reconstruir sus vidas.

Más allá de Birmania y Siria, otros países en conflicto también registraron un número significativo de víctimas. Afganistán, una nación que ha sufrido décadas de guerra, contabilizó 624 afectados por minas en 2024. Por su parte, Ucrania, inmersa en el conflicto con Rusia, registró 293 víctimas. El informe destaca que Rusia ha utilizado minas antipersona «de manera extensiva» desde su invasión a gran escala en febrero de 2022, lo que ha generado una grave contaminación del territorio y un peligro constante para la población civil y las operaciones humanitarias.

El Tratado de Ottawa: un pilar contra las minas antipersona

El Tratado de Ottawa, formalmente conocido como la Convención sobre la Prohibición del Empleo, Almacenamiento, Producción y Transferencia de Minas Antipersona y sobre su Destrucción, es un instrumento jurídico internacional fundamental en la lucha contra este tipo de armamento. Entró en vigor el 1 de marzo de 1999 y, hasta la fecha, ha sido ratificado por 166 países de todo el mundo. Su objetivo principal es erradicar las minas antipersona mediante la prohibición total de su uso, almacenamiento, producción y transferencia. Además de estas prohibiciones, el tratado impone a sus Estados parte una serie de obligaciones cruciales para la asistencia a las víctimas, la limpieza de las zonas minadas y la destrucción de los arsenales existentes. La Campaña Internacional para la Prohibición de Minas Antipersona (ICBL) fue una fuerza impulsora clave en su creación, lo que le valió el Premio Nobel de la Paz en 1997, reconociendo su labor incansable en favor del desarme y la protección de la vida humana.

El impacto de las minas antipersona en la población civil es devastador y multifacético, extendiéndose mucho más allá de las lesiones físicas inmediatas. Las víctimas que sobreviven a menudo sufren amputaciones y discapacidades permanentes, lo que conlleva una pérdida de movilidad, independencia y capacidad para trabajar. Esto genera una carga económica y social significativa para las familias y los sistemas de salud. Además, el trauma psicológico es profundo, afectando la salud mental de los supervivientes y sus comunidades. Las minas también impiden el acceso a tierras agrícolas, escuelas y servicios básicos, obstaculizando el desarrollo económico y social de regiones enteras y forzando el desplazamiento de poblaciones.

¿Qué se puede hacer para erradicar las minas antipersona?

La erradicación de las minas antipersona requiere un esfuerzo concertado y multifacético a nivel global. Es fundamental la universalización del Tratado de Ottawa, instando a los Estados no firmantes a adherirse y cumplir con sus prohibiciones. Se necesita un aumento significativo de la financiación para las operaciones de desminado humanitario, utilizando tecnologías avanzadas para la detección y remoción segura de estos artefactos. La asistencia integral a las víctimas, incluyendo rehabilitación física, apoyo psicológico y reintegración social, es igualmente crucial. Finalmente, la cooperación internacional y la concienciación global sobre los peligros de las minas antipersona son esenciales para mantener la presión política y garantizar que estas armas sean finalmente relegadas a la historia.

1 comentario

user Covidiots | Hace 11 días

La hipocresia de europa y del mundo Se destinan miles de millones a ucrania para que mine la región del kursk Putin se reunió con el gobernador de la región de Kursk, Hinsteyn, en el Kremlin. Hinsteyn sobre la desminación de la región de Kursk: — Este año comenzamos la preparación para el futuro restablecimiento, cumpliendo con su encargo. La tarea clave aquí es la desminación de la zona, tal como usted lo definió, de manera amplia. V. Putin: La obra se está realizando allí. A. Hinsteyn: Muy activamente. Se ha desplegado una formación sin precedentes en escala. Su composición incluye fuerzas ingenieriles, Rosgvardia, MCHS y formaciones ingenieriles de las Fuerzas Armadas de Corea del Norte. Hoy en día, 92 asentamientos han sido desminados, limpiados de objetos explosivos, y en total durante este período se han desminado casi 2,7 millones de objetos explosivos

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