Ya se ha puesto a la venta la gama Ghibli 2017 de Maserati. Se trata de un vehículo que cuenta con las virtudes del Quattroporte en cuanto a dinamismo –sin ser tan radical– y con las comodidades de una berlina de lujo. Desde que la marca fue adquirida por el grupo Fiat ha ido aumentando sus ventas progresivamente. De hecho, en el año 2004 subieron un 62 % respecto al año anterior. Gran parte de ‘culpa' de este aumento de ventas lo tuvo el modelo que hemos nombrado anteriormente, el Quattroporte, uno de los emblemas, sin duda, de la marca italiana.
Ahora Maserati continúa su expansión con la puesta a la venta del Levante, primer SUV de la marca, y del que tendréis noticias en estas líneas muy pronto. El vehículo que hoy nos ocupa, el Ghibli, cuenta con una línea muy moderna y atractiva, aspecto que siempre han cuidado mucho los fabricantes italianos. El diseño está a medio camino entre europeo y japonés, lo que le confiere aun mayor atractivo. El frontal es muy afilado, en el que el capó tiene una gran importancia, además de los faros led de pequeñas dimensiones pero muy vistosos.
La parte posterior destaca por disponer de un diseño menos sorprendente, con unos faros un poco más clásicos, que cuentan también con iluminación led.
El propulsor es, sin duda, uno de los grandes exponentes del modelo. Nosotros hemos probado el más potente de la gama, el 3.0 litros V6 de 410 CV, que hay que decir que no deja indiferente y que ofrece unas prestaciones radicales, aunque muy controlables.
Curiosamente, es un motor que puede llevarse tranquilamente por ciudad sin que eso sea un impedimento y que muestra toda su potencia bruta en carretera con un ruido de escape que seduce a quien lo lleva. Todo eso es posible gracias a los modos de conducción de que dispone, que hacen que en ciudad pueda mostrarse como la berlina más cómoda y tranquila del mercado y que el consumo no se dispare de forma alarmante, como pudiera parecer a priori.
PRESTACIONES
Los 410 CV que se esconden bajo el capó hacen que las prestaciones del modelo sean realmente impresionantes, con una velocidad máxima de 285 Km/h y que tarde sólo 5 segundos para acelerar de 0 a 100 Km/h. Ambas cifras son de gran deportivo y las carreteras mallorquinas se quedan cortas para tanta potencia. El consumo medio según la marca es de 10'4 litros a los 100 Km, aunque por poco que le aprietes un poco se va fácilmente a los 14-15 litros, que tampoco es una cifra astronómica, tratándose de un vehículo de 410 CV.
De este vehículo es interesante también ver cómo desacelera, que es un aspecto que no se tiene en cuenta normalmente, pero que en éste sí que es importante. Desde que pulsamos el freno a 100 Km/h hasta que se detiene puede recorrer unos 34 metros, que es una cifra muy baja y que se consigue gracias a unos frenos Brembo de última generación. El comportamiento en carretera es óptimo en cualquier circunstancia, ya que no tiende a subvirar ni a sobrevirar en ningún momento, ni en las curvas más cerradas; es como si fuera por raíles.
El interior cuenta con el sello de Ermenegildo Zegna, lo cual se nota en los diseños y en las calidades de los materiales, donde el plástico no tiene cabida. Está cuidado hasta el más mínimo detalle.El marcador tiene la distribución clásica, aunque con una pantalla a color en la parte central donde se ofrece información básica para el conductor. Dispone de pantalla en la consola central, táctil, muy intuitiva y muy completa. Las plazas posteriores son amplias y cómodas, aunque la plaza central queda muy reducida por el monumental puente central de la transmisión. Incluso con eso tres adultos caben bien en los cómodos asientos posteriores.