Javier Tomas Estarellas, un ortopédico ya jubilado, es un apasionado de los coches y de las motos, su relación laboral durante muchos años con el mundo del motor le ha proporcionado un vínculo especial con este mundillo. Tiene una buena colección de motos que él mismo ha restaurado y un par de joyas de cuatro ruedas de las que se siente realmente orgulloso.
Como muestra nos enseña este precioso Rolls Royce Phantom I de 1927, curiosamente fabricado en Estados Unidos, donde la marca inglesa tuvo abierta una factoría entre los años 1921 y 1931, fecha en la que cerró por una cuestión de optimizar los recursos de la compañía y de recortar costes. Nos comentaba Javier que lo encontró en Gales, Reino Unido, a donde viajó para realizar la compra en 1995. Nos dice también que el coche estaba en buenas condiciones y que no hubo que hacerle ninguna restauración, incluso la tapicería sigue siendo la original. También nos informa que este modelo es el único que hay en la Isla, pues aunque hay otros Rolls Royce, el más aproximado en tiempo es el Phantom II fabricado a partir de 1936 y que fue el último de los modelos de esta generación 40/50 hp.
AMANTE DEL MOTOR
Aunque siempre ha sido un gran amante del motor, reconoce que ahora que está jubilado dispone de más tiempo para poder dedicarle a su gran pasión. Es un manitas, ya que entiende bastante de mecánica y de electricidad y asegura que incluso sería capaz de cambiarle la tapicería a un coche si se lo propusiera. Dispone, junto con un amigo, de un taller donde realiza sus propias reparaciones y donde tiene sus coches y algunas de las motos que ha restaurado a los largo de los últimos años, entre estas hay algunas que son una verdadera joya, que quizás un día nos pueda enseñar.
Sobre el coche habla maravillas y la verdad es que verlo es un placer y poder disfrutar de su lujo, una gozada. Reconoce que es un coche complicado de conducir, sobre todo en ciudad. Nos decía, a modo de ejemplo, que ir a Llucmajor por la autopista es maravilloso y su conducción no representa ningún problema, aunque éste llega cuando tienes que buscar un aparcamiento a tu llegada a destino. Sus dimensiones son un gran problema y además las maniobras se hacen complicadas debido a la falta de dirección asistida, como disponen los vehículos modernos.
Sobre el vehículo en sí, decir que fue el relevo natural de la marca del original Silver Ghost. Fue introducido como Nuevo Phantom en 1925. El Phantom tenía un motor más grande que el Silver Ghost y utilizaba válvulas superiores en lugar de las válvulas laterales anteriores. El Phantom se fabricó de forma simultánea en Inglaterra y en Springfield, Massachusetts, en el este de Estados Unidos, aunque se pueden apreciar algunas pequeñas diferencias según el lugar de fabricación.