La marca japonesa vuelve a recuperar el nombre de un vehículo que se había fabricado durante unos años con ese nombre, concretamente entre los 1999 y 2006 aproximadamente.
Aunque fue desarrollado por parte de la marca Suzuki, fue vendido tambiénbajo las marcas Chevrolet, Holden y Subaru. Como curiosidad el Ignis fue comercializado por la marca Chevrolet con el nombre de Cruze, que después pasaría a ser una berlina de la marca de General Motors.
A diferencia de otras recuperaciones de nombre donde se ha cambiado la filosofía del nuevo vehículo, como puede ser el caso del Baleno o del Space Star de Mitsubishi., en esta ocasión la marca japonesa ha conservado buena parte del espíritu del modelo original, aunque en esta ocasión se ha convertido en un pequeño SUV de lo más interesante.
Estéticamente llama la atención por ser un vehículo de reducidas dimensiones, sobre todo en longitud (3,7 metros) aunque bastante alto (1,59 metros), que cuenta con una parte delantera muy resultona gracias a unos faros más bien cuadrados, que incluyen un halo de iluminación led diurna muy interesante.
La parte trasera es quizá más clásica, aunque sorprende por incorporar unos faros de magnitudes considerables para la longitud del vehículo. No le quedan nada mal al conjunto.
PROPULSOR
El motor que hemos probado es el 1.2 con el sistema semihíbrido de la marca, el SHVS, un original sistema de sólo 12,3 Kg adaptado al motor de gasolina de 1,2 litros, que dispone de un motor eléctrico de 3,7cv y una batería de ion litio de 360Wh.
Este motor eléctrico no puede funcionar al 100% eléctrico pero supone una pequeña ayuda en la arrancada y al consumo de combustible cuando el vehículo está parado.
El motor nos ha sorprendido en dos campos; por una parte en el de la aceleración, ya que entrega mucha parte de la potencia a partir de las 3.500 vueltas, lo cual permite que los adelantamientos se hagan más fáciles. Estas prestaciones se ven acentuadas por la buena progresividad de su cambio de 5 relaciones. En la recuperación, en cambio, al vehículo le cuesta bastante volver a subir de vueltas y es necesario ir reduciendo marchas.
El otro apartado donde el nuevo Ignis se comporta de forma excelente es en el consumo, ya que los 4,3 litros de media que anunca la marca, nosotros sólo los hemos conseguido subir hasta los 5 litros a los 100 Km, una cifra que habla muy a las claras de la eficiencia del modelo semi-híbrido.
El comportamiento en carretera es bastante bueno, aunque el hecho de ser tan alto y de haber optado por una amotiguación más bien blanda hace que el paso por curva no sea de los mejores, aunque esto no merma la seguridad de los ocupantes ya que es un vehículo muy estable en cualquier circunstancia.
El interior es otro de los apartados en los que el Ignis saca una notaza, ya que viendo las dimensiones exteriores llama poderosamente la atención su tremenda habitabilidad. Los pasajeros de las plazas posteriores van sentados de forma muy cómoda sin que las piernas se vean afectadas en absoluto. Además, el hecho de ser alto beneficia que las rodillas estén a la altura ideal y que los pasajeros altos disfruten de una gran confortabilidad.
Aunque aparentemente se trate de un vehículo con un equipamiento básico, se queda todo en la apariencia ya que cuenta con los últimos dispositivos tecnológicos para hacer que el Ignis sea sobre todo uno de los más seguros de su segmento.
Además, la conectividad es también otro eje importante del modelo ya que incorpora una pantalla central táctil de grandes dimensiones mediante la cual se pueden configurar muchos elementos del vehículo. La única pega del interior es quizá el diseño del marcador y algunas calidades usadas que podrían mejorarse.