Bernardo Sureda comparte con su familia la afición a los coches clásicos y suele acudir junto a su esposa Bárbara y su hija pequeña a las concentraciones de coches que organizan un grupo de amigos en Algaida, localidad en la que vive y trabaja. Tiene tres coches muy diferentes: una joya de 1926, un Seat 600 de los años sesenta y este precioso Triumph Spitfire de 1972, que no utiliza mucho, pues el vehículo es muy bajo y a cierta edad y con unos kilos de más el entrar y salir no es nada cómodo. Tampoco a su esposa Bárbara le vuelvo loca el coche, por no ser nada práctico, algo que aprovecha su hija menor para ser la que más disfruta de su conducción.
En cuanto al vehículo, Bernardo nos cuenta que pertenecía a un alemán y que por problemas mecánico terminó en el taller de Algaida después de estar varios años parado. Fue en 2011 cuando decidió comprarlo: no estaba muy mal, por lo que llevó a cabo una pequeña reparación para dejarlo en las actuales condiciones. Uno de los cambios más drásticos fue el color, ya que originalmente era verde. A Bernardo le gustaba más este color rojo, mucho más clásico y más habitual en este tipo de vehículos.
Apenas lo utiliza, pues a diario suele ir de un lado a otro con un Seat 600 que tiene y algo parecido le ocurre a su mujer, por lo que el coche no hace muchos kilómetros. Se pasa muchos días encerrado.
Dos plazas
El Triumph Spitfire es un pequeño coche deportivo inglés de dos plazas, presentado en el Salón de Londres en 1962. El vehículo se basa en un diseño elaborado para Standard-Triumph en 1957 por el diseñador italiano Giovanni Michelotti. Como era típico de los coches de esta época, la carrocería se monta sobre un chasis estructural separado. Pero el Spitfire, que fue diseñado como un coche descapotable deportivo desde el principio, el chasis se vio reforzado con rigidez adicional al estar soldado y fijado por doce tornillos a componentes estructurales de la carrocería. El Spitfire fue proporcionado con un techo de lona manual para protección contra las inclemencias del tiempo. El diseño se mejoró con un techo plegable para modelos posteriores. Los techos hardtop de fábrica también estaban disponibles.
El Spitfire fue un pequeño deportivo barato y como tal tenía adornos muy básicos, incluyendo alfombras de goma y un gran volante de plástico. Estos primeros coches fueron nombrados a la vez como Triumph Spitfire Mark I y Spitfire 4, que no debe confundirse con el posterior Spitfire Mark IV.
En la especificación del Reino Unido montaban motores 4 cilindros con 63 CV, lo que le permitía alcanzar una velocidad 148 km/h con un consumo bastante aceptable. Para 1964 se añadió una opción de overdrive a la caja de cambios manual de 4 velocidades para dar una velocidad de crucero más relajada. También estaban disponibles llantas de radios y un techo duro.