En un contexto de ventas a la baja, Baleares registró el pasado junio un total de 2.627 matriculaciones, una cifra que supone un descenso de casi un 19 por ciento con respecto al año anterior. Sin embargo, ello hizo que resultase un mal mes para la marca que consiguió matricular 379 unidades, creciendo un 11,14 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado y situándose como la marca líder en Baleares.
Por detrás del fabricante coreano que en Mallorca distribuye Proa Automoción se situó la marca Dacia, con 222 vehículos comercializados, lo que supone un incremento del 29 por ciento en relación al mismo mes del 2018. También hay que destacar los buenos números de Opel, con 220 vehículos, y Seat, con 202, un 87 por ciento más que el año pasado. De todas formas, la mayoría de marcas vieron bajar las ventas de tal manera que en su conjunto, contabilizando los primeros seis meses del año, se ha pasado de 20.739 unidades a 17.345, algo más de un 16 por ciento de reducción.
Por canales, el segmento de los rent-a-car bajó en junio casi un 39 por ciento, el de empresas menos de un 2 por ciento y el de particulares un 13 por ciento.
Por combustibles, el diésel siguió cayendo un 50 por ciento y la gasolina un 12,7 por ciento. Un problema grave, porque la gente no cambia los vehículos antiguos, que son los más contaminantes, por los de nueva generación, cuyo nivel de emisiones son infinitamente más reducidos y los eléctricos, tanto por su elevadísimo precio como por la falta de infraestructuras, no son todavía a corto plazo una solución.