Pedro Sánchez ha vivido toda la vida rodeado de coches Citroën, y es que su padre trabajó durante treinta años en Bibiloni SA, por aquel entonces concesionario del fabricante francés. Y como mecánico de la marca tenía un 2CV para desplazarse por la Isla. Pero cuando nació nuestro protagonista dio un paso más y se compró uno nuevo para celebrar el nacimiento de su hijo, de ahí que Pedro ha estado siempre en contacto con este tipo de coches y con el paso de los años le ha ido tomando un cierto cariño.
Hace unos años Pedro, junto con un grupo de amigos se propusieron dar visibilidad a este coche, que se hizo muy popular durante la década de los setenta y ochenta, y para ello decidieron poner el marcha el Club Mallorca del 2CV. Empezaron de cero pero poco a poco fueron consiguiendo que todo funcionara, pero como ocurre con todo, algunos se fueron quedando por el camino y llegó un día que alguien se tenía que hacer cargo de la presidencia del club y fue entonces cuando Pedro decidió que era el momento de aportar algo más y aceptó el puesto.
Nos cuenta que son como una familia, ya tienen contabilizados 125 socios, que no coches, pues algunos de ellos tienen varios de estos vehículos. Nos asegura que el trabajo sigue, pues cada día se conocen nuevos aficionados que quieren tener un modelo como este y el trabajo del Club es proporcionarle todo lo necesario para que se incorporen con total normalidad y pueda disfrutar de las actividades que a lo largo del año realizan, principalmente una gran fiesta al año y luego diversas salidas los fines de semana a dar una vuelta.
En cuanto al vehículo, el coche es un 2CV6 Club de la última serie que se fabricó en 1986. Pedro lo compró en junio de 2008 y nos cuenta que estaba en muy buenas condiciones porque su anterior propietario, un señor de Campos, apenas le había hecho unos cincuenta mil kilómetros, por lo que sólo hubo que darle un repaso y circular. Pedro no tiene problemas con la mecánica y él mismo le hace las reparaciones que necesita. Afirma que lo ha personalizado un poco con algunos cambios estéticos para darle un mayor realce el vehículo, pero eso ha sido todo lo que tuvo que hacerle, como un volante diferente al original pero de 2CV y faros redondos en lugar de los cuadrados que sacaba de fábrica. La tapicería es la original, así como la pintura y su color.
El coche no lo utiliza demasiado, ya que por su trabajo tiene que programar con tiempo las salidas para coincidir con sus compañeros, pero siempre consigue cuadrar los turnos para poder pasar un rato con gente que tiene la misma afición que él. Antes de terminar nuestra conversación nos pide por favor que demos a conocer el correo del club para todo aquel que quiera formar parte se pueda poner en contacto. La direcciónes del correo es club2cvmallorca@gmail.com.