Al igual que desviarse donde no se debe, parar a repostar sin saber dónde está el depósito del combustible es un error que puede hacernos perder tiempo y nos obliga a maniobrar con el coche entre los surtidores y el resto de coches. Todo esto sin tener en cuenta la fila de vehículos que se puede formar detrás de nosotros.
Por esta razón es importante conocer en qué lado está la boca del depósito, para no perder minutos de recorrido y no andar esquivando mangueras con el coche. Lo más sencillo es tratar de fijarse antes de subirse al vehículo pero, si ya es tarde y estás en ruta, con este truco siempre sabrás en qué lado parar.
Habitualmente (aunque en toda regla hay excepciones), en el panel de control está, entre la velocidad y las revoluciones, el indicador de la cantidad de combustible que queda en el depósito.
Pues en este pequeño icono suele haber dibujada una pequeña flechita o un triángulo. Dependiendo del lado en el que esté, si izquierdo o derecho, nos señalará en qué lado está la boca del depósito.
También está la opción de que no haya flecha que nos indique el lado pero que el icono del surtidor esté más a la izquierda o más a la derecha en nuestro panel. Esa posición nos dará la clave para parar en el lado correcto.
Este truco es especialmente útil cuando se prueban coches o se alquilan vehículos que no son el de uso habitual y en los que, por tanto, estas características son desconocidas para el conductor. Aunque algunas marcas lo ponen más fácil, colocando la boca siempre en el mismo lado: es el caso de BMW, cuya entrada al depósito encontraremos siempre en el lado derecho.
La explicación para que los depósitos se coloquen a un lado u otro indistintamente se ha buscado en diversas teorías pero dos son las que más sentido cobran: por una cuestión práctica para evitar largas filas en las gasolineras y aprovechar mejor el espacio y por temas de mecánica y distribución del peso según cada vehículo.