Hablar de Ebro en Europa es hablar de una marca con historia propia, muy ligada en el pasado a vehículos industriales, camiones y todoterrenos que gozaron de gran popularidad en España y que eran sinónimo de robustez, sencillez y practicidad. Durante décadas, su nombre estuvo presente en carreteras y explotaciones agrícolas, pero con el tiempo desapareció del mapa, dejando un recuerdo de fiabilidad.
Con el auge de la movilidad sostenible, la firma ha decidido regresar, con capital asiático, y lo hace reinventándose para competir en un terreno totalmente distinto: el de los turismos modernos, híbridos e híbridos enchufables de momento, orientados al día a día de un público muy exigente.
El EBRO S400 es una pieza clave en esta estrategia de renacimiento. Es el último en incorporarse a la ya más nutrida familia de los SUV de la marca. Aquí se enfrenta a rivales consolidados como el el Hyundai Kona, el Peugeot 2008 o incluso propuestas más recientes como el MG ZS. La tarea no es sencilla, porque todos ellos son modelos asentados con clientela fiel. Sin embargo, el S400 llega con un argumento diferencial: la frescura de un proyecto nuevo, con un diseño moderno, un equipamiento muy completo y un planteamiento pensado para convencer tanto en ciudad como en carretera.
Este modelo vio la luz en este 2025 y se enmarca dentro de la nueva gama que Ebro está configurando. Comparte filosofía con el S700 y el S800, sus hermanos mayores, pero se sitúa un escalón por debajo en tamaño y precio, dirigiéndose a un público más urbano.
El parecido con el resto de la gama es claro: el lenguaje de diseño es coherente, con superficies limpias, volúmenes sólidos y un estilo muy moderno y atractivo. Lo que el S400 busca es ofrecer un producto que mantenga identidad propia, pero que al mismo tiempo refuerce el reconocimiento visual de Ebro como marca que vuelve a competir de verdad.
En cuanto al diseño exterior, el S400 destaca por unas proporciones equilibradas que transmiten dinamismo y presencia. El frontal combina una parrilla cerrada, típica de los coches eléctricos, con un entramado minimalista que refuerza la sensación de modernidad. Los faros afilados con tecnología LED aportan un aire tecnológico, mientras que las líneas del voluminoso capó añaden tensión visual. De perfil mantiene la estética SUV, con pasos de rueda marcados y cintura alta, lo que le da un aire robusto. La parte trasera recuerda al S800 por la franja luminosa horizontal que une los pilotos, una firma visual que ya empieza a ser característica de la nueva Ebro. En conjunto, es un coche con personalidad clara, coherente y actual.
Bajo el capó, el EBRO S400 monta un motor híbrido de gasolina de 1.5 L DHE, con un motor de gasolina y uno eléctrico, de 95 CV cada uno, que unidos arrojan una potencia máxima de 204 CV. Esta configuración le proporciona un consumo medio de unos 5,3 litros muy reales, que nosotros sólo hemos subido hasta los 5,4 l.
Las prestaciones son más que correctas: acelera de 0 a 100 km/h en 8,7 segundos y alcanza una velocidad máxima de 150 km/h, cifras que lo sitúan en línea con sus principales competidores. No es un coche que busque récords deportivos, pero sí garantiza prestaciones buenas y equilibradas que lo convierten en un compañero versátil y ágil en carretera.
El comportamiento en carretera es otro de sus puntos fuertes. El S400 ofrece un comportamiento noble y predecible, con un chasis bien afinado que transmite confianza al volante. La suspensión está pensada para filtrar irregularidades, priorizando el confort de marcha, pero mantiene la suficiente firmeza para que en curvas se muestre estable y seguro. La dirección, ligera en ciudad, gana consistencia a mayor velocidad, lo que refuerza la sensación de control en carreteras secundarias y autopistas. El silencio de rodadura, gracias a un buen aislamiento, redondea una experiencia de conducción placentera, propia de un coche que quiere transmitir calidad.
Uno de los aspectos más diferenciales del S400 está en su sistema de infoentretenimiento. El salpicadero está presidido por una pantalla horizontal voluminosa, que se convierte en el centro de todas las funciones digitales del vehículo. Su tamaño facilita la interacción y la lectura, y su orientación horizontal aporta ergonomía y un estilo más cercano al de marcas premium. La interfaz es intuitiva, moderna y compatible con Android Auto y Apple CarPlay, lo que asegura conectividad total con el smartphone. Este detalle, unido al cuadro digital configurable y a los asistentes avanzados, sitúa al S400 en un nivel muy competitivo en tecnología.
El equipamiento de serie es generoso y refuerza la idea de que se trata de un producto muy completo y competitivo. Incluye control de crucero adaptativo, asistente de mantenimiento de carril, frenada automática de emergencia, sensores y cámaras de visión total de 540 grados, así como climatización automática bizona. Además, incluye tapicerías de mayor calidad, sistema de sonido mejorado y cargador inalámbrico para móviles, elementos que enriquecen aún más la experiencia a bordo.
La comodidad de conducción es otro apartado en el que el EBRO S400 cumple con nota. El habitáculo resulta amplio y bien aprovechado, con buena habitabilidad en las plazas traseras y un maletero que supera los 400 litros de capacidad, lo que lo convierte en un coche práctico para familias. Los asientos delanteros ofrecen buen apoyo lateral y comodidad en trayectos largos, mientras que los traseros permiten que tres adultos viajen con holgura. El aislamiento acústico está bien trabajado, reduciendo tanto el ruido aerodinámico como el de rodadura. En definitiva, transmite la sensación de ser un vehículo diseñado para viajar sin esfuerzo, más allá de la ciudad.
Si algo se percibe tras la prueba es que el EBRO S400 es un coche muy interesante. Combina estética moderna, un equipamiento muy completo, unas prestaciones buenas y una autonomía suficiente para responder a las necesidades reales de la mayoría de usuarios.
Además, demuestra que las calidades de la marca son más que convincentes, con un interior bien ejecutado y un comportamiento en carretera que transmite confianza. No se trata de un experimento, sino de un coche maduro que refleja que Ebro ha regresado para competir de verdad en un segmento exigente.
Podéis encontrar este nuevo vehículo en el concesionario MOVENTO EBRO Palma, situado en Gran Via Asima, 16 del polígon de Son Castelló.