El Citroën C3 Aircross ha sabido hacerse un hueco propio en el competido mundo de los SUV urbanos desde su lanzamiento en 2017. Su filosofía siempre ha sido clara: diseño con personalidad, confort de marcha y practicidad familiar. Ahora, con esta nueva generación, la marca francesa da un paso adelante y presenta un modelo más maduro, amplio y adaptado a las necesidades actuales del mercado europeo.
En un segmento dominado por rivales tan duros como el Renault Captur, el Peugeot 2008, el Seat Arona o el Hyundai Kona, el nuevo C3 Aircross sigue ofreciendo una propuesta diferente. Citroën mantiene su enfoque en la comodidad y la modularidad, pero lo combina con un diseño exterior más musculoso y un interior mejor aprovechado, reforzando su identidad como SUV versátil, moderno y accesible.
El nuevo C3 Aircross se presentó en 2024 y ha llegado recientemente a los concesionarios europeos. Supone un cambio importante respecto a su antecesor, ya que crece en dimensiones hasta rozar los 4,40 metros de largo, lo que le permite ofrecer más espacio interior y, por primera vez, la posibilidad de configuración con siete plazas, una característica poco común en su segmento y que amplía notablemente su atractivo familiar.
El diseño exterior mantiene la esencia fresca y funcional que caracteriza a Citroën, pero con un lenguaje más maduro y robusto. El frontal incorpora el nuevo logotipo de la marca y una firma lumínica de tres niveles que le da una mirada moderna y reconocible. Las líneas del capó y los pasos de rueda más marcados aportan sensación de solidez, mientras que las molduras laterales y los paragolpes contrastados subrayan su carácter SUV. El parecido con el nuevo Citroën C3 es evidente, pero el Aircross añade mayor altura libre al suelo, protecciones y proporciones más imponentes, lo que refuerza su presencia visual.
Bajo el capó, el protagonista es el conocido motor 1.2 de tres cilindros y 100 CV, un propulsor turboalimentado que ha recibido ajustes para mejorar la eficiencia y reducir las vibraciones. Su respuesta es viva a bajas revoluciones, y aunque no busca deportividad, ofrece prestaciones suficientes para el uso cotidiano, tanto en ciudad como en carretera. Con 205 Nm de par máximo, mueve al C3 Aircross con agilidad, y su consumo medio se mantiene en torno a los 5,5 litros cada 100 km, lo que demuestra su equilibrio entre rendimiento y economía.
El cambio manual de seis velocidades tiene un tacto preciso y contribuye a una conducción relajada. En ciudad, el conjunto se siente ágil gracias a su dirección ligera y a una buena visibilidad general, mientras que en autopista mantiene una estabilidad notable y un rodar silencioso, características propias de la marca francesa.
El comportamiento en carretera ha sido una de las áreas más trabajadas. La nueva generación incorpora una plataforma más rígida y una suspensión mejor afinada, lo que se traduce en una sensación de aplomo superior. Citroën sigue fiel a su filosofía de priorizar el confort, y se nota: el Aircross filtra las irregularidades con facilidad, ofreciendo una conducción suave y placentera. Su equilibrio entre comodidad y control lo convierte en uno de los SUV más cómodos del segmento B, ideal tanto para uso urbano como para viajes largos.
El interior mantiene el estilo funcional y desenfadado que caracteriza a Citroën, con un diseño limpio y materiales de calidad media pero bien ajustados. La disposición del salpicadero es clara, con una pantalla táctil central de 10,25 pulgadas en posición horizontal, que ofrece un sistema multimedia actualizado compatible con Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos. Los mandos principales están bien ubicados, y el cuadro de instrumentos digital aporta un toque tecnológico sin complicar la lectura.
Uno de los puntos que más sorprende es el amplio espacio interior, sobre todo en las plazas traseras. Los asientos son cómodos, de mullido blando y con un diseño ergonómico que prioriza el bienestar en trayectos largos. En las versiones de siete plazas, la tercera fila es adecuada para niños o trayectos cortos, pero amplía las posibilidades familiares del modelo. El maletero, con hasta 460 litros en configuración de cinco plazas, ofrece una buena capacidad y formas regulares que facilitan la carga.
En el apartado de equipamiento, el nuevo C3 Aircross da un salto notable. Desde el acabado básico ya ofrece una dotación completa con climatizador automático, control de crucero, faros LED, cámara trasera, sensores de aparcamiento y llantas de aleación. En las versiones superiores se añaden elementos como el acceso y arranque sin llave, cargador inalámbrico, techo panorámico o un sistema de navegación con actualizaciones online. Es un coche que combina tecnología útil con un enfoque práctico, sin caer en excesos ni complicaciones innecesarias.
El confort de marcha es, como siempre en Citroën, uno de sus argumentos más sólidos. Los asientos Advanced Comfort ofrecen una comodidad superior, y la suspensión blanda garantiza una absorción excelente de baches y juntas. El aislamiento acústico ha mejorado claramente respecto al modelo anterior, y la sensación general al volante es de coche bien asentado, sólido y relajado.
En resumen, el Citroën C3 Aircross 1.2 100 CV con cambio manual es una de las opciones más sensatas y completas dentro de los SUV urbanos. Su espacio interior sobresaliente, su equipamiento equilibrado y su comportamiento cómodo y refinado lo convierten en un vehículo muy recomendable para quienes buscan practicidad y confort por encima de la deportividad. La posibilidad de configuración con siete plazas amplía aún más su atractivo, acercándolo al terreno de los SUV compactos sin perder su agilidad ni su precio competitivo.
No es el coche más sofisticado del segmento, pero sí uno de los más coherentes, cómodos y familiares. Citroën ha logrado modernizar su SUV sin renunciar a su esencia, y eso lo convierte en una apuesta segura para quienes quieren un vehículo moderno, práctico y con personalidad propia.
Podéis probar este modelo tan familiar en el concesionario Citroën Stellantis &You Palma, situado en el número 5 de la avinguda 16 de juliol del polígon de Son Castelló.