El presidente palestino, Mahmud Abás, y el vice presidente norteamericano, Joe Biden, coincidieron ayer en condenar la decisión de Israel de construir más casas en colonias de Cisjordania y Jerusalén Este, y afirmaron que esas medidas socavan las conversaciones indirectas de paz bajo los auspicios de EEUU.
En una rueda de prensa conjunta con el vicepresidente estadounidense, Abás manifestó que "esas prácticas y medidas llevadas a cabo por Israel en Cisjordania y Jerusalén socavan las negociaciones indirectas" previstas con el Estado judío.
Tras entrevistarse durante dos horas con el número dos norteamericano, Abas llamó a "Israel a suspender las actividades en las colonias y a cesar de imponer hechos consumados" y abundó en que "es hora de hacer la paz basada en una solución de dos Estados".
El presidente palestino exhortó a Israel a "no perder la oportunidad de hacer la paz y darle una oportunidad a los esfuerzos del presidente Barack Obama, y su enviado George Mitchell".
También Biden condeno la decisión israelí de expandir sus colonias, e hizo un llamamiento a ambas partes para que eviten "actos sobre el terreno que puedan inflamar los ánimos".
Biden aseguró que "no hay alternativa a la solución de dos Estados", y reiteró la determinación de su país a establecer "un Estado palestino viable".
Los palestinos expresaron ayer a Biden que los planes de Israel de construir 1.600 nuevas viviendas en Jerusalén Este y que vienen a sumarse a más de un centenar de casas en Cisjordania -territorios ocupados en 1967- ponen en entredicho los esfuerzos de Washington para encarrilar el proceso de paz entre israelíes y palestinos.
El vicepresidente estadounidense censuró de madrugada la decisión de Israel de construir 1.600 nuevas viviendas, en un comunicado en que condenó "la decisión del Gobierno de Israel de avanzar en la planificación de nuevas unidades de viviendas en Jerusalén Este".
La UE también se muestra contraria
La Unión Europea (UE) condenó ayer la decisión de Israel de construir nuevas viviendas en suelo palestino en Jerusalén oriental, y afirmó que constituye un "obstáculo" para lograr la paz en Oriente Medio. Así se pronunció la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, en un comunicado, en el que señaló que esos asentamientos son ilegales "con arreglo al derecho internacional". "Socavan los actuales esfuerzos por reanudar las negociaciones de paz, constituyen un obstáculo para la paz y amenazan con hacer imposible la solución basada en la coexistencia de dos Estados", concluyó. Por otra parte, Ashton subrayó que Israel "debería dar marcha atrás a su decisión". "La UE hace un llamamiento a las autoridades israelíes para que honren sus compromisos y obligaciones en relación con el proceso de paz", apostilló. Además, pidió que "se abstengan de decisiones o acciones unilaterales que puedan poner en peligro las negociaciones en curso sobre el régimen jurídico final".