El presidente de EEUU, Barack Obama, anunció ayer una gira por su país para explicar la reforma sanitaria ante los comicios legislativos de noviembre, y contra la que doce estados presentarán denuncias por considerarla "un asalto a la Constitución".
Según la Casa Blanca, Obama suscribirá hoy la mayor reforma sanitaria desde 1965 en su país, aunque el proceso legislativo se completará cuando el Senado apruebe el paquete de modificaciones finales al proyecto de ley, lo que podría ocurrir esta misma semana.
Tras su firma, Obama tiene previsto iniciar una campaña de concienciación por Estados Unidos para "vender" la reforma a la opinión pública ante los comicios.
El jueves viajará, como primer destino, a Iowa, "la ciudad donde comenzó en mayo de 2007 la campaña de las bases en favor de una reforma sanitaria", dijo ayer su portavoz, Robert Gibbs.
Sin embargo, los fiscales generales de al menos doce estados de EEUU anunciaron ayer que preparan denuncias sobre la constitucionalidad de la reforma aprobada el domingo por la Cámara de Representantes.
Los estados que se han manifestado críticos con la reforma son los de Florida, Carolina del Sur, Alabama, Nebraska, Texas, Oklahoma, Pensilvania, Washington, Utah, Dakota del Norte, Dakota del Sur y Virginia.
La ley aprobada "es un asalto contra la Constitución", sostuvo el fiscal general de Carolina del Sur, Henry McMaster. "El desafío legal por parte de los estados parece ser la única esperanza para proteger al pueblo estadounidense de este ataque, sin precedentes, contra nuestro sistema de gobierno", añadió.
El fiscal general de Virginia, Ken Cuccinelli, anunció que él presentará una denuncia en nombre de su estado en desafío de lo que calificó como "un exceso inconstitucional" de la legislación de sanidad. "Virginia está en una situación única que le permite presentar una denuncia tal dado que Virginia es el único estado que, hasta ahora, ha aprobado una ley que protege a sus ciudadanos del mandato, impuesto por el gobierno, para que contraten seguro médico", dijo Cuccinelli.
La reforma, que amplía la cobertura médica a 32 millones de estadounidenses para 2019, pretende reducir los gastos del cuidado de salud, e impone más exigencias a las aseguradoras. Tras la promulgación de la ley, el Senado debatirá un grupo de enmiendas con la idea de votarlo antes del receso de dos semanas por Pascua que comienza el viernes. Una vez el proceso parlamentario quede completado y Obama promulgue los cambios, la reforma sanitaria se pondrá en marcha, aunque no todos los puntos serán de aplicación inmediata.
La prohibición de que las aseguradoras puedan rechazar la cobertura de personas con enfermedades previas, por ejemplo, tardará en aplicarse seis meses, en tanto que la obligación de que algunas empresas ofrezcan cobertura a sus empleados no entrará en vigor hasta 2014.
En el Senado, el plan de enmiendas se votará en un proceso de "reconciliación", reservado a asuntos presupuestarios y que impide un bloqueo de la oposición. Así, los demócratas sólo necesitarán mayoría simple, 51 votos, para ratificarlo.