El Banco de España empeoró ayer las previsiones del Gobierno de recuperación de la economía española y del empleo para este año y el siguiente, ante el "elevado grado de incertidumbre" del entorno económico mundial y la "debilidad" de la demanda interna española.
Así, según el Boletín anual del Banco de España sobre las perspectivas de la economía española, el PIB caerá el 0,4 por ciento en 2010, una décima más de lo estimado por el Ejecutivo, mientras que en 2011 lo hará el 0,8 por ciento, un punto menos de lo previsto en el cuadro macroeconómico del Gobierno. Además el organismo supervisor advierte de que la creación de empleo se retrasará hasta el segundo semestre de 2011 y calcula que la tasa de paro se situará en el 19,4 por ciento este año y en el 19,7 por ciento en 2011, frente al 19 por ciento y al 18,4 por ciento calculado por el Ejecutivo, respectivamente.
El Banco de España augura un escenario de "lenta recuperación y mejoría" de la actividad económica para los próximos dos años y alerta de que la persistencia de un elevado grado de incertidumbre, los prolongados efectos del ajuste inmobiliario y el alto endeudamiento acumulado del sector privado, frenan el avance de la recuperación. Considera imprescindible la aplicación rigurosa del Programa de Estabilidad de consolidación fiscal aprobado por el Gobierno y asegura que algunas de las medidas propuestas por el Ejecutivo, aún deben ser definidas con precisión.
En su informe, reduce las previsiones de recorte del déficit público señaladas por el Ejecutivo y calcula un saldo negativo del 10,2 por ciento en 2010 y del 8,9 por ciento en 2011, frente al 9,8 por ciento y al 7,5 por ciento estimado por el Gobierno, respectivamente.
El Banco de España señala, por otra parte, que aunque en casi todos los trimestres de 2010 habrá crecimientos del PIB, la paulatina mejora de la actividad este año no es suficiente para que el crecimiento anual sea positivo. En 2011, apunta que la economía tendrá un comportamiento más dinámico, pese a que en el conjunto del año la tasa de expansión todavía será bastante reducida.
En cuanto a la remuneración por asalariado, espera que registre también una ralentización muy notable este año (hasta el 1,5 por ciento) y una cifra similar en 2011 (del 1,4 por ciento), en línea con el acuerdo plurianual firmado en febrero entre las patronales CEOE y CEPYME y los sindicatos CCOO y UGT.
El órgano que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez aboga por introducir un nuevo contrato con un coste de despido inferior al del indefinido actual, de 45 días por año trabajado con un tope de 42 mensualidades, porque, en su opinión, aumentaría la creación de empleo.
Esta nueva modalidad serviría para reducir la actual volatilidad del mercado laboral tanto a corto como a largo plazo, apunta el informe. Asimismo, advierte de que penalizar la contratación temporal, tal como proponen el Gobierno y los sindicatos, manteniendo las condiciones actuales de los contratos indefinidos perjudicaría notablemente las perspectivas de recuperación del empleo.
Descarta la propuesta
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández De la Vega, descartó ayer una reforma laboral que incluya un abaratamiento del despido y recordó que la propuesta del Ejecutivo en el Diálogo Social "no merma los derechos de los ciudadanos". De esta forma, De la Vega respondió s a la recomendación hecha hoy por el Banco de España de crear un nuevo contrato con despido más barato que el del indefinido actual. La vicepresidenta primera recalcó que cualquier reforma que afecte al mercado de trabajo debe hacerse en el marco del Diálogo Social y que el Ejecutivo ya ha destacado sus prioridades. Reconoció que las cuentas sobre las que trabaja el Gobierno para crear empleo y hacer crecer la economía "permiten ser un poquito más optimista" que la previsión publicada por Banco de España y aseguró que "con toda la prudencia creemos que los datos que manejamos son los acertados".