La desconfianza de los inversores en la recuperación de la economía del Viejo Continente y en el plan de ayuda aprobado por la Unión Europa el pasado fin de semana causó ayer la mayor caída del año y desde octubre de 2008 a la bolsa española, que cedió el 6,64 por ciento.
En Europa, mientras el euro bajaba a niveles de abril de 2006, las pérdidas también fueron cuantiosas: Milán acababa con la mayor caída del año con un descenso del 5,26 por ciento, mientras que el índice Euro Stoxx (4,68 por ciento); París (4,65 por ciento); Londres (3,14 por ciento) y Fráncfort (3,12 por ciento) registraban el segundo mayor descenso del ejercicio.
La bajada de las bolsas, según expertos consultados por EFE, obedece a que los inversores perciben que las medidas adoptadas por los países europeos para ajustar el déficit público pueden limitar el crecimiento.
Así se expresó el director de Atlas Capital, Álvaro Blasco, quien además quitó crédito a uno de los rumores que circuló ayer y que contribuyó a la bajada de la bolsa: la decisión del Banco Central Europeo de dejar de comprar deuda italiana y española.
Blasco, al igual que el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, coincidieron en señalar que no se pueden cuestionar las medidas aprobadas por la Unión Europea el pasado fin de semana y que la caída puede ser fruto del nerviosismo y de la ejecución de órdenes automáticas de venta.
Para Díez, los mercados están diciendo que no creen en el plan de ayuda, por lo que los inversores compran bonos a largo plazo, sobre todo alemanes, en previsión de un menor crecimiento e inflación por la retirada de los planes de estímulo y venden acciones porque los beneficios empresariales serán moderados.
Por estos y otros motivos, el euro, que en esta jornada pasó de 1,258 a 1,236 dólares, mínimo desde abril de 2006, fue el exponente destacado de los problemas de los mercados en esta sesión, en la que el miedo de los inversores elevó el precio de la onza de oro hasta el máximo histórico de 1.249,40 dólares.
El euro bajaba afectado por rumores sobre el fin de la Unión Monetaria Europea y mientras la canciller alemana, Angela Merkel, anunciaba más medidas de ajuste y el G-7 analizaba la situación vivida en esta jornada.
El retroceso de la banca, por las nuevas exigencias de capital que limitarán sus resultados, o la bajada del 2 por ciento de Wall Street, a pesar de que mejoraban las ventas minoristas o la producción industrial en los Estados Unidos el mes pasado, aumentaron las pérdidas de la bolsa española al final de la sesión.
En cuanto a la evolución de la deuda, la compra de deuda germana elevó el diferencial con los títulos nacionales por encima del punto (1,1 puntos, frente a 0,99 del jueves), en tanto que la rentabilidad del bono nacional creció tres centésimas, hasta el 3,95 por ciento y los seguros para cubrir el impago de deuda soberana (credit default swap o CDS) se encarecían cerca del 13 por ciento.
Por todo ello, el principal indicador del mercado nacional, el Ibex-35, en el que bajaron todos los valores, perdió 662,80 puntos, equivalentes al 6,64 por ciento.