Cientos de miles de personas conmemoraron ayer el XXI aniversario de la muerte del fundador de la República Islámica de Irán, ayatolá Jomeini, en un acto en el que el líder supremo, ayatolá Alí Jameneí, y el presidente, Mahmud Ahmadineyad, amenazaron a la oposición y arremetieron contra EEUU e Israel.
El primero en subirse al estrado colocado en el interior del mausoleo de Jomeini fue Ahmadineyad, quien entre gritos de "muerte a EEUU" y "muerte a Israel" volvió a defender su polémica reelección en los comicios del 12 de junio de 2009, que la oposición consideró fraudulentos. Ahmadineyad insistió en que su elección fue "cien por cien libre" y sugirió que aquellos que la critican han optado por el camino de los enemigos y deberían abandonar el sistema.
Además, advirtió de que "quienes se desvían del camino del imán (Jomeini), sea cual sea su posición, serán derrotados por el poder del pueblo".
"El gobierno iraní es el más democrático del mundo, y fuimos testigos de ello el pasado año", afirmó Ahmadineyad ante una multitud que hacía frente de formas variopintas al fuerte calor que reinaba este viernes en el sur de la capital iraní, donde se encuentra el cementerio de Behesht Zahra, que alberga el mausoleo de Jomeini. En junio de 2009, nada más conocerse el resultado electoral, cientos de miles de iraníes salieron a las calles del país para protestar. En la represión de las movilizaciones, que han continuado durante meses, perdieron la vida más de una veintena de personas y millares fueron detenidas.
Cerca de un centenar han sido condenadas a diversas penas de prisión, e incluso a la horca, acusadas de participar en una conspiración urdida desde el exterior para derrocar el régimen islámico. A este respecto, el presidente iraní acusó a los opositores de alinearse con "los partidarios de la monarquía" y con "los poderes arrogantes, que son los peores enemigos del Imán". "Me duele decir que aquellos que tratan de perjudicar la reputación de la República Islámica no pueden contarse entre los seguidores del Imán", afirmó.
En la misma línea dura se manifestó el líder supremo, cuyo discurso era esperado con enorme expectación. A las conmemoraciones no asistieron los líderes reformistas pero sí el ex presidente Akbar Hashemi Rafsanayaní, crítico con el régimen.
Jameneí no dirigía el sermón preceptivo del viernes desde el 19 de junio de 2009, cuando lo hizo para defender el controvertido triunfo de Ahmadineyad. "Nadie puede llamarse seguidor de Jomeini y después alinearse con quienes levantan una flagrante bandera en contra del imán y del Islam", advirtió. Jamenei dijo que "no se puede aceptar a aquellos que pretenden ser seguidores del imán mientras tienen a su lado a EEUU, el Reino Unido, la CIA, el Mosad y los hipócritas".
El primero en subirse al estrado colocado en el interior del mausoleo de Jomeini fue Ahmadineyad, quien entre gritos de "muerte a EEUU" y "muerte a Israel" volvió a defender su polémica reelección en los comicios del 12 de junio de 2009, que la oposición consideró fraudulentos.