El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, pidió este martes a los pensionistas que "no tengan ninguna duda" de que, pasado el "bache económico", sus pensiones seguirán subiendo "en la misma línea en la que lo han hecho en los últimos años". Corbacho admitió que su propuesta de reforma del sistema que prevé prolongar la edad de jubilación a los 67 años pueda ser modificada por los grupos parlamentarios. Por su parte, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, consideró que la reforma de las pensiones no supondrá una mejora de las cifras del déficit público, pero tendrá una "influencia poderosa" en la recuperación de la confianza y deslizó que lo "óptimo" sería elevar la edad de jubilación.
Durante su comparecencia en la Comisión del Pacto de Toledo para explicar la decisión del Gobierno de congelar las pensiones para 2011, Corbacho aseguró que, cuando se salga de la situación económica actual, se haya corregido el déficit y el PIB se adentre en la senda de crecimiento, "este Gobierno sabrá compensar aquellas medidas de coyuntura que tuvo que adoptar en su momento".
El ministro se quedó solo (únicamente le apoyó el PSOE) en la defensa de la congelación de las pensiones para 2011, medida que se incluyó en el decreto de reducción del déficit y que ha sido calificada hoy por todos los Grupos de la oposición de "injusta, injustificable e innecesaria". Además, muchos de ellos han puesto en cuestión el Pacto de Toledo tras esta decisión "unilateral" del Gobierno.
Durante su intervención, Corbacho afirmó que el Ejecutivo socialista se siente "legitimado" para pedirle un esfuerzo a los pensionistas porque "ningún Gobierno ha hecho tanto" por ellos como el actual. De hecho, destacó que desde que el PSOE llegó a La Moncloa las pensiones han subido un 34,9 por ciento, frente al incremento del 3,1% que experimentaron durante la era de José María Aznar.
El titular de Trabajo recordó además que la congelación de las pensiones no afectará a los pensionistas con rentas más bajas y subrayó que, a la hora de tomar esta decisión, el Gobierno ha tenido en cuenta que las previsiones de inflación para 2011 "son moderadas". "Prácticamente no habrá pérdida del poder adquisitivo, al ser ésta irrelevante", aseveró.
Preguntado por cuándo estará lista la reforma de pensiones, el ministro dijo en los pasillos del Congreso que eso dependerá de la Comisión del Pacto de Toledo, aunque confió en que en "dos o tres meses" puedan estar terminadas las recomendaciones que guiarán dicha reforma.