El presidente de EE.UU., Barack Obama, aseguró ayer que se han producido "verdaderos progresos" en Gaza y expresó su esperanza de que haya conversaciones directas pronto entre israelíes y palestinos.
Tras una reunión en el Despacho Oval con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Obama consideró que este jefe de Gobierno es "serio" cuando afirma que quiere dialogar con las autoridades palestinas.
El presidente estadounidense expresó su esperanza de que las conversaciones directas puedan comenzar antes del 26 de septiembre, cuando expira la moratoria de seis meses que se ha impuesto el Gobierno israelí en la edificación de nuevos asentamientos en los territorios ocupados.
No obstante, el presidente estadounidense indicó que esas conversaciones no podrán tener éxito a menos que los Estados árabes vecinos también las apoyen.
Obama aseguró también que EE.UU. nunca pedirá a Israel nada que vaya a perjudicar su seguridad y subrayó que los lazos entre los dos países son "inquebrantables".
Por su parte, el primer ministro israelí aseguró que está "comprometido" con la paz con los palestinos y afirmó que las informaciones acerca de un enfriamiento en las relaciones entre los dos países están "completamente equivocadas".
El encuentro, que había quedado aplazado el 1 de junio tras el asalto israelí a una flotilla que llevaba ayuda humanitaria a Gaza, tenía como objeto aproximar posiciones tras una etapa de enfriamiento en los lazos bilaterales.
Durante sus conversaciones, Obama y Netanyahu abordaron asuntos como la situación en Gaza después de que Israel anunciara su intención de relajar el bloqueo contra la franja, el programa nuclear iraní y, sobre todo, la marcha de las conversaciones de paz indirectas bajo la mediación del enviado especial de EE.UU., George Mitchell.
EE.UU. busca que esas conversaciones puedan derivar lo antes posible en negociaciones directas para abordar los asuntos más espinosos en el proceso de paz, como el estatus final de Jerusalén o el futuro de los refugiados palestinos.