Un peligroso encierro con toros de la ganadería gaditana de Cebada Gago, en el que dos corredores resultaron corneados, dio paso ayer a una calurosa jornada, la tercera de las fiestas, que el programa oficial dedicó a los más pequeños, con sus ofrendas a San Fermín como acto más destacado.
Al cumplirse los veinticinco años de su participación en las fiestas, los "cebaditas" cumplieron con la fama que se han ganado y dejaron tras de sí numerosos sustos y momentos de tensión al romperse la manada en Estafeta y completar de forma disgregada un recorrido en el que uno de los toros se quedó atrás, volviéndose en repetidas ocasiones.
Tras la carrera, completada en tres minutos y medio, siete corredores tuvieron que ser trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra, dos de ellos con heridas por asta de toro, en ambos casos con pronóstico "menos grave".
Uno de ellos es el gallego Y.M.F., de 21 años y vecino de Vigo, quien, según el parte médico, tiene "herida por asta de toro en cara posterior de tórax izquierdo, que no penetra en cavidad torácica y discurre en sentido ascendente por el tejido celular subcutáneo, en una longitud de unos 10 centímetros".
Tras ser intervenido quirúrgicamente quedó ingresado, al igual que el otro corneado, C.C., de 43 años y vecino de Orpington (Kent, Reino Unido), quien sufre "herida por asta de toro en región pretibial izquierda de 15 centímetros que afecta a estructuras superficiales".
La emoción registrada en este segundo encierro se repitió, pero de diferente forma, en la posterior ofrenda infantil a San Fermín, en la que cientos de niños, acompañados de sus padres y abuelos, rindieron su homenaje anual al santo en la jornada más calurosa de las fiestas, en la que Navarra se encuentra en alerta por las elevadas temperaturas.
El rincón de la Aduana, junto a la parroquia de San Lorenzo en Pamplona, acogió como cada año un pequeño altar improvisado hasta el que se acercaron los niños para entregar en mano sus flores al santo tras la tradicional misa infantil.