El desmantelamiento del campamento de protesta saharaui a las afueras de El Aaiún desencadenó ayer una ola de violencia sin apenas precedentes en esta ciudad que ha provocado un número indeterminado de muertos y decenas de heridos.
Casi doce horas después del inicio de la operación, que se emprendió a las 06.45, hora local y GMT, todavía persistían los enfrentamientos en la capital del Sahara Occidental, donde también participan ciudadanos marroquíes que se han unido a las fuerzas de seguridad.
Fuentes españolas que residen en la ciudad describieron la jornada como "dantesca" y auguraron, según diferentes testimonios, que la espiral de violencia podría recrudecerse todavía más por la noche.
En estos momentos existe una "tranquilidad inquietante" en las calles según estas fuentes, profundas conocedoras de la ciudad pero que pidieron no ser identificadas, e informaron de que unidades del Ejército marroquí patrullan las principales arterias de El Aaiún.
"Hay incendios por muchas partes de la ciudad y no paran de sonar las ambulancias. Esta mañana he contado no menos de 100 sirenas hasta las tres de la tarde", señalaron estas fuentes, que también dijeron que los colegios tuvieron que cerrar por órdenes de las autoridades sobre las diez de la mañana, pocas horas después de la toma del campamento.
Un vecino saharaui de El Aaiún, Ahmed G., relató cómo las familias han intentado reunirse en sus hogares y hacer acopio de velas en previsión de posibles cortes de luz durante la noche.
"La sensación que reina en las casas es de miedo, mucho miedo por lo que pueda suceder en las próximas horas", dijo Ahmed.
Este vecino destacó que hay familias que no se han podido reunir aún, ya que, tras el desmantelamiento del campamento, mucha gente que se encontraba en él se echó al desierto que rodea las tiendas y todavía se desconoce su paradero.
Fuentes saharauis agregaron que el aeropuerto se encuentra rodeado por las Fuerzas Armadas marroquíes y explicaron que la ciudad se encuentra bloqueada, ya que no se permite la entrada ni la salida de automóviles.
Pese a la aparente calma que reina en estos momentos, otras fuentes revelaron que continúan los enfrentamientos entre manifestantes saharauis y las fuerzas marroquíes en barrios del sureste de El Aaiún. Se desconoce el número de víctimas civiles en el desmantelamiento del campamento, aunque las fuentes españolas refirieron que ha habido "muchos atropellos" por parte de vehículos en el asalto de Gdaim Izik, que ha sido reducido a cenizas.
El prefecto de Policía de El Aaiún informó de que no se ha registrado ninguna muerte de civiles en los incidentes de la capital, y las únicas cifras oficiales de muertos hasta este momento son cinco miembros de los cuerpos de seguridad marroquíes, según ha informado la agencia oficial marroquí, MAP.
Según el presidente de la Asociación Sahara Marroquí (ASM), Reda Taujni, aunque se ha alcanzado "cierta tranquilidad en toda la ciudad", la situación sigue "tensa y no han cesado los robos a tiendas y casas y los sabotajes de fachadas de bancos y de algunos edificios públicos". Taujni también indicó que se celebra una manifestación pacífica en estos momentos cerca de la "wilaya" (gobernación), por parte de sectores pro marroquíes, para denunciar los "actos de vandalismo y la muerte de tres agentes".