El Banco Central Europeo (BCE) ve "claramente necesario" que algunos países refuercen la confianza en una finanzas públicas saneadas y permitan así reducir sus primas de riesgo, ya que "sigue siendo muy elevada" la preocupación sobre algunas posiciones fiscales "insostenibles" y la vulnerabilidad de algunos países a las reacciones adversas de los mercados.
Así lo pone de manifiesto el supervisor europeo en el Boletín mensual correspondiente al mes de diciembre, donde recomienda a todos los países de la zona euro que establezcan estrategias plurianuales de consolidación "creíbles y ambiciosas" y que apliquen en su totalidad las medidas correctivas planificadas centradas en el gasto. De hecho, el BCE considera que los países deberían especificar de forma detallada en sus Presupuestos para 2011 las medidas de ajuste fiscal necesarias y deberían "estar preparados" para corregir cualquier desviación de los objetivos fiscales anunciados.
Por otro lado, la autoridad presidida Jean Claude Trichet afirma que deberían aplicarse "con celeridad" reformas estructurales "sustanciales y de gran alcance" para mejorar las perspectivas de un mayor crecimiento sostenible. De hecho, asegura que se precisan "de forma especial" reformas de "gran calado" en aquellos países que han experimentado un pérdida de competitividad en el pasado o que aún soportan déficit fiscales y exteriores elevados. En este sentido, señala que la eliminación de las rigideces en los mercados laborales contribuiría al proceso de ajuste de estas economías y que el incremento de la competencia del mercado de productos facilitaría la reestructuración económica. A su parecer, estas medidas son "esenciales" para fomentar el crecimiento de la productividad.
Según el BCE, todas las medidas estructurales deberían verse respaldadas por una reestructuración "apropiada" del sector bancario, ya que el saneamiento de los balances, el control efectivo del riesgo y unos modelos de negocio "transparentes y sólidos" siguen siendo elementos fundamentales para reforzar la resistencia de las entidades a las perturbaciones y asegurar un acceso adecuado a la financiación.
Por otro lado, el supervisor acoge "favorablemente" el programa de ajuste económico y financiero acordado por el gobierno irlandés, que incorpora los elementos "necesarios" para lograr una estabilización sostenible de la economía irlandesa, al tiempo que aborda "con determinación" las causas económicas y financieras subyacentes de la preocupación actual de los mercados.