El Parlamento británico aprobó ayer, por una estrecha mayoría de 21 votos, la propuesta del Gobierno de subir el coste de las matrículas universitarias en Inglaterra, mientras en el centro de Londres miles de estudiantes se manifestaban en contra de la medida.
Un total de 323 diputados votaron a favor de la polémica iniciativa del Ejecutivo de coalición conservador-liberaldemócrata, frente a 302 que lo hicieron en contra, lo que supone una mayoría de 21, de la habitual de 84 que tiene actualmente el Gobierno en una Cámara de los Comunes con 650 escaños.
Veintiún diputados liberales, que antes de llegar al poder habían firmado un documento contra la subida de las matrículas, votaron en contra del proyecto gubernamental, mientras que 8 se abstuvieron y 28 se manifestaron a favor. Entre los conservadores, seis votaron en contra.
Dos ayudantes de ministros liberaldemócratas, Jenny Willot y Mike Crockart, y uno conservador, Lee Scott, dimitieron ayer de sus cargos para poder votar en contra de la controvertida iniciativa, ya que los miembros del Gobierno estaban obligados a apoyarla.
La propuesta aprobada, que entrará en vigor en 2012, prevé el incremento hasta 9.000 libras (más de 10.710 euros) del tope máximo del coste de las matrículas en las universidades inglesas, lo que significa una subida de casi el triple.
El Partido Liberal Demócrata liderado por Nick Clegg ha sido objeto de duras críticas en las últimas semanas por romper sus promesas electorales, al defender como socio del Gobierno el incremento de las tasas universitarias.
Pese a la rebelión de algunos de sus diputados, Clegg, viceprimer ministro del Ejecutivo del "tory" David Cameron, insistió ayer en que la subida es necesaria para compensar la falta de fondos públicos para la educación.
El político justifica su cambio de posición, respecto a la que mantenía antes de los comicios del 6 de mayo, con el argumento de que, al llegar al poder, se dio cuenta de que las cuentas públicas estaban mucho peor de lo que pensaba cuando se presentó a las elecciones con la promesa de no subir las matrículas.
Además de obligar a los universitarios a pagar más, el Gobierno de coalición también ha retirado una serie de ayudas a la educación de adultos y superior, en particular a las carreras de artes y humanidades.
Tanto Cameron como Clegg y el ministro de Empresa y Universidades, el liberal Vince Cable, han insistido en que, en un contexto de alto déficit estatal, la iniciativa es "progresista" y "justa" porque los estudiantes, que piden préstamos a bajo interés para sufragar las matrículas, podrán empezar a devolver éstos más tarde que actualmente.
En todo caso, la iniciativa, que no se aplicará en Escocia y Gales (esas regiones tienen sus propias políticas educativas), ha indignado a los estudiantes y profesores de todo el país, que han protagonizado varias protestas en las últimas semanas.
Los estudiantes se rebelan
Dos agentes policiales resultaron heridos y siete personas fueron detenidas durante una protesta estudiantil en el centro de Londres en la que hubo varios altercados violentos y un incendio. Miles de estudiantes llegados de distintos puntos del país se congregaron ayer cerca del Parlamento británico para protestar contra la subida que triplica el coste de las matrículas universitarias propuesta por el Gobierno conservador-liberaldemócrata.
La ira de los manifestantes, en un centro de Londres tomado por la Policía, iba dirigida sobre todo contra el Partido Liberaldemócrata, minoritario en el Gobierno de coalición, al que acusan de haber roto su promesa electoral de oponerse a esa medida.