El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, dijo ayer que el sistema bancario español se sometió a pruebas de solvencia más exhaustivas que el de Irlanda, aunque le exigirá ahora anunciar sus necesidades de financiación en los mercados para generar más transparencia.
El gobernador hizo esta consideración durante su intervención en la Convención Anual Financiera 2010 organizada por la Asociación de Mercados Financieros, en la que defendió que ante las reacciones de los mercados "la receta es más transparencia".
Por ello, recordó que la banca deberá publicar información trimestralmente sobre la exposición del sector de promoción y construcción con los porcentajes de crédito de dudoso cobro y las garantías para afrontar su posible deterioro. "Hay que hacer todo esto porque cuando la percepción de la realidad es mucho peor que la realidad misma, la mejor reacción posible es explicarla con todo detalle", dijo Fernández Ordóñez.
Para el gobernador, la banca española se sometió a unas pruebas de resistencia más exhaustivas que la irlandesa, donde sólo dos entidades participaron en estos ejercicios, y aseguró que España ofreció una información detallada sobre la exposición a los riesgos, en particular al inmobiliario, con un grado de detalle y transparencia notablemente superior al de otros países". De hecho, mantuvo, el valor de los activos inmobiliarios que se reveló en las pruebas de julio "no puede haber variado significativamente en tres meses". "Nada ha cambiado sustancialmente del resto de las hipótesis y, sin embargo, los mercados han parecido olvidarlo" por la crisis irlandesa, ante lo cual volvió a recomendar "transparencia".
Según dijo el gobernador, el Banco de España ha pedido a la banca que explique en detalle su situación al mercado, en particular que ofrezcan trimestralmente información adicional normalizada sobre su cartera hipotecaria minorista y sobre las necesidades de financiación y las estrategias de corto, medio y largo plazo.
El gobernador destacó que en los tres años de crisis, el sistema financiero español "ha resistido razonablemente", ya que se han intervenido sólo dos entidades de pequeño tamaño y se han prestado ayudas públicas muy reducidas en comparación con otros países. Además, aseguró que las medidas destinadas a impulsar la reestructuración del sector con ayudas públicas han estado condicionadas a presentar programas de ajuste de capacidad, lo que ha permitido que las cuentas de resultados no se hayan mantenido "en registros pobres".